Una estrategia contra las ruedas de prensa sin preguntas, el control de las imágenes de televisión y de los cortes de audio de las radios por los partidos políticos y otras instituciones, las cuotas políticas en los telediarios, etc.
Más de 10.000 personas, 7.000 de ellos periodistas, 76 medios de comunicación y 78 organizaciones se han adherido al manifiesto #sinpreguntasnocobertura.
Esta vez la movilización es importante cuando hasta hace poco estaba prácticamente recluida a Cataluña con la protesta de los profesionales de TV3, amparados por el Col·legi de Periodistas, contra las cuotas electorales en los telediarios.
En las anteriores elecciones de 2008 nos costó dos meses conseguir una protesta de los principales directores de diarios. Pero el compromiso se olvidó pronto.
Muchos periodistas cumplen su trabajo cotidianamente, pero necesitan el respaldo de editores, directores y jefes contra la manipulación y la propaganda. Debería ser el pacto fundacional de la propia profesión, pero el deterioro de los criterios y de una gran parte de las prácticas periodísticas, unida a la escasez de medios y la sobreabundancia de convocatorias debilita la información y el trabajo de los reporteros.
En la reunión se consensuaron algunos puntos prácticos a los que se irán sumando otras propuestas:
- Crear un sello negativo, de falta de calidad para aquellas instituciones, políticos y empresas que no contesten preguntas en sus convocatorias.
- Un sello de calidad, otorgado por las organizaciones profesionales -a las que podrían sumarse las de consumidores y las asociaciones que luchan por el derecho a la información- para los medios que repudien esas prácticas.
- No informar con declaraciones de las ruedas de prensa y convocatorias sin preguntas. Recoger sólo los hechos cuando son relevantes, publicar las preguntas no contestadas.
- Crear una lista pública de ocultadores y silenciosos. Un registro para denunciar públicamente a quienes cercenan la información y se escudan en la propaganda. Una herramienta para que los periodistas no respaldados por sus jefes puedan denunciar los abusos. Por ahora ya funciona un buzón de denuncias.
Es una oportunidad para acabar con lo peor del periodismo y la propaganda cuando la protesta social y profesional es mayor que nunca.
Apunto algunas propuestas personales más realizadas en la campaña contra el periodismo silente y disminuido de 2008.