El 70% de los usuarios de tabletas -iPad, fundamentalmente- y el 68 por ciento de los de smartphones usan estos dispositivos mientras ven televisión, según un estudio de Nielsen en EE. UU. Es otro dato más que muestra la migración de la televisión a los dispositivos móviles.
En España ese consumo se ha disparado desde el segundo trimestre de 2010. Así se ha llegado a un consumo de 36,4 minutos por usuario en marzo, con una audiencia de 19,2 millones de vídeo en internet (OTT).
El impulso fundamental ha llegado de las tabletas y la explosión de smartphones gracias a las ofertas de las operadoras de telecomunicaciones, como muestran los datos de streaming de las televisiones.
Y falta la popularización de la televisión conectada, que crece tanto a través de las propias pantallas como de las videoconsolas.
El nuevo escenario de consumo personal y en movilidad cambia radicalmente el mercado de los contenidos digitales y empuja una revisión de la distribución y de las ventanas de exhibición que por ahora sólo parece que empuje Fapae, los productores audiovisuales, y las empresas de videoclub online y OTT.
Otro estudio de Nielsen sobre la disposición al pago y las suscripciones por los usuarios vuelve a dar pistas sobre el precio de los contenidos y la viabilidad de los modelos de suscripción para televisión, cine, libros o información.
Los usuarios parecen dispuestos a pagar por música, revistas o cine siempre que no se sobrepase la barrera de los 9,99 dólares. El mercado potencial se duplica por debajo de cinco.
El problema fundamental vuelve a ser para el periodismo frente al entretenimiento. La disposición de los usuarios a pagar por las noticias baja a un 30% por debajo de 9,99, aunque un 24%, una cifra cercana al público de entretenimiento, aceptaría un precio de suscripción mensual inferior a cinco dólares.
Los medios informativos y los kioscos digitales requieren una fuerte redefinición de sus costes y del todo el negocio para responder a un mercado de tan bajo coste.
Dos tercios de los usuarios siguen resistiendose a pagar por la información.