Cada tuiteo despliega quién esta mencionado, las réplicas o retuiteos y otros tuiteos que mencionan a los anteriores. Si se coloca un hashtag, la nueva segunda columna permite seguir de un solo vistazo los últimos tuiteos sobre ese tema.
En definitiva, Twitter comienza a estructurar los tuiteos como una pieza narrativa dinámica, información en proceso. Cada anotación deja de ser una pieza autónoma para convertirse en un elemento relacionado con todos los que están en conversación sobre el mismo tema o los mismos autores.
Del momento, el estado, la inspiración del Twitter original basado en el SMS, a un tratamiento informativo y más estructurado del contenido. Como contrapartida, pierde simplicidad, una característica fundamental para muchos usuarios. Pero esa simplicidad puede mantenerse a través de las aplicaciones móviles y si Twitter no elimina la opción de continuar con el antiguo interfaz.
El nuevo Twitter se dota de una narrativa dinámica y relacional, un estilo de información como flujo, similar a los experimentos con Google Living Stories o nuevos formatos como los de ProPublica.
Ahora cada usuario se convierte en un nodo o medio de la red social y a través de la nueva plataforma se pueden seguir sus contenidos e interrelación con otros, además de los contenidos relacionados con los temas que aborda y etiqueta.
La repercusión es clara: mayor capacidad de seguir e informarse de un tema en la plataforma, más tiempo de permanencia en la página, aumento de la lectura de otros tuiteos y de los contenidos relacionados de otros usuarios, capacidad de archivo para seguir la información o los diálogos de forma cronológica o por su repercusión social.
La repercusión sobre las aplicaciones de terceros que utilizan su API, también. Tendrán que evolucionar o perderán atractivo que ganará la versión web de Twitter. Uno de los objetivos del rediseño en busca de la rentabilidad.
La repercusión sobre las aplicaciones de terceros que utilizan su API, también. Tendrán que evolucionar o perderán atractivo que ganará la versión web de Twitter. Uno de los objetivos del rediseño en busca de la rentabilidad.
El nuevo Twitter es una propuesta narrativa para el flujo social.
El cambio para los usuarios es importante y se venía advirtiendo hace tiempo. Twitter se puede utilizar como cápsulas de contenido con limitaciones informativas, narrativas y temporales como hasta ahora, con su poder expresivo concentrado en el instante. Pero aumenta la capacidad de conversar entre usuarios o interesados en un mismo tema o la de deconstruir la información en átomos que se van agrupando en sucesivos tuiteos y a través de la relación con otros usuarios hasta formar piezas de narrativa social o viral.
Ahora todos los interesados en mejorar su presencia en Twitter, como por ejemplo los medios, deben pensar en la nueva estructura y adoptar algunas prácticas como citas, hashtag, retuiteos, etc. hasta ahora poco utilizadas por muchos.
Pero además pierde importancia el envío automatizado de titulares a través de RSS. Informar en Twitter se convierte en una participación activa con reglas narrativas propias del flujo social. El átomo de la noticia es cada uno de sus elementos convertido en tuiteo y vuelto a reconstruir a través del flujo social en esa segunda columna que todavía tiene mucho por explorar y que con sus capacidades de multimedia, geolocalización, relación, archivo, socialización, publicidad, etc. puede dar mucho de sí, tanto para el propio Twitter como para servir de inspiración a nuevos formatos narrativos en otras webs.