Para explicarse mejor. Es la justificación del presidente Zapatero para su nuevo Gobierno. Alfredo Pérez Rubalcaba lo será todo en este Ejecutivo: vicepresidente, portavoz, ministro de Interior a la busca de la paz con ETA y mentor. Tanta acumulación de poder no se conocía desde la Restauración, a la que cada vez se parece más este tiempo de alternancia bipartidista, tensiones nacionalistas e intentos regresivos del estado del bienestar y los derechos sociales. Para acompañarlo en la comunicación de la política preelectoral, Ramón Jáuregui al frente del Ministerio de Presidencia. De él se ha apresurado a decir el presidente que “se explica muy bien”. Un Gobierno con dos portavoces, quizá con dos presidentes.
La era de la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega acaba. Con ella se cierra el último capítulo del olvidado talante, trasmutado en desencuentro con la opinión pública, los medios, los sindicatos, los empresarios y hasta con una parte del propio partido.
Columna en Estrella Digital