La Comisión Nacional de la Competencia recela de la entrada de Telecinco y Telefónica en el capital de Digital+, cada una con un 22%, por los riesgos de creación de un monopolio de la televisión de pago, la convergencia con las nuevas plataformas de banda ancha y su control sobre la producción audiovisual.
Telecinco y Cuatro podrán fusionarse porque no superan el límite del 27% de audiencia fijado por el gobierno para la concentración de cadenas.
Pero la unión de Digital+, la plataforma de pago líder con el 43,4% de la cuota de mercado y Telefónica con Imagenio, con un 18,2% del mercado y en crecimiento, podría reforzar el monopolio de facto del que ya disfrutó Prisa con Sogecable mientras mantuvo los derechos del fútbol.
Digital+ mantiene casi 1,8 millones de abonados y Telefónica ya tiene más de 800.000. Más de 2,6 millones de abonados para el producto de la fusión de los 4,1 millones que hoy tienen televisión de pago.
Los perdedores si la fusión de las plataformas de pago fuese autorizada serían Mediapro, con su apuesta por la TDT de pago, el resto de cadenas que confían en desarrollar canales de pago en sus múltiples digitales, los cables regionales y también quienes intentan nuevas plataformas de pagos de televisión híbrida (televisión+internet), como la propuesta por Abertis.
Telefónica lidera además la creación de una nueva plataforma digital de banda ancha de alta velocidad con contenidos premium de televisión, vídeo bajo demanda, ebooks, etc.
En manos de Competencia está también una investigación contra Mediapro, denunciada por Telefónica por vincular los derechos del fútbol a la producción y transporte de la señal. Un negocio donde Telefónica también está presente.
La decisión de Competencia teme el impacto de la creación de un operador líder en la televisión en abierto con Telecinco y Cuatro, en la televisión de pago y en la convergencia audiovisual con la banda ancha.
El resultado sería un dominio excesivo sobre el mercado, la producción audiovisual y los nuevos medios.
Prisa ya ha reaccionado prometiendo compromisos para salvaguardar la competencia en el mercado. Pero esta operación acabaría con todas las promesas de pluralidad de la nueva televisión y condicionaría el desarrollo de los nuevos mercados audiovisuales.