Internet emplea a 250.000 personas en el Reino Unido y el consumo es su principal motor. Una nación de consumidores digitales con un 62% de los adultos (31 millones de personas), comprando online.
Y un exportador digital: por cada libra de importación de comercio electrónico, genera 2,80 libras en exportaciones.
El estudio indica que internet podría alcanzar el 13% del producto interior bruto en el año 2015, con un crecimiento del diez por ciento anual, gracias al aumento de penetración de la banda ancha, el factor crítico en la economía digital.
El estudio plantea una serie de desafíos para conseguir ese desarrollo de la economía digital que pueden aplicarse a otras economía como la española:
- Mejorar la penetración, calidad y velocidad de la banda ancha.
- Acceso universal a la Red en 2015. Acabar con la brecha digital.
- Romper las barreras entre online y offline, cada vez menos importantes para los usuarios.
- Internet de las cosas: funcionalidades de internet, comercio electrónico y datos vinculados en cualquier producto y aparato.
- Rentabilizar la economía de la gratuidad y la afectividad con nuevos modelos de negocio.
- Aumentar la confianza del consumidor en el comercio electrónico y los pagos.
- Internet y tecnología abierta. Limitar el impacto de las plataformas digitales de pago.
El estudio compara Enablement (infrastructura y acceso), Expenditure o gasto de consumidores y empresas y Engagement, participación y actividad de empresas, gobierno y consumidores en la economía digital.