Thursday, October 21, 2010

Neutralidad para los usuarios

Las autoridades independientes de telecomunicaciones se rebelan contra los intentos de amenazar la neutralidad de la red, el principio que garantiza que las empresas de telecomunicaciones no puedan bloquear, discriminar o beneficiar a diferentes servicios y contenidos de internet. Los reguladores, agrupados en el Body of European Regulators for Electronic Communications (Berec) defienden una red libre y neutral, sin límites para la innovación y donde los usuarios puedan acceder a contenidos audiovisuales y multimedia, telefonía por internet y otros servicios sin restricción por motivos comerciales, ni en banda ancha fija ni en los móviles.

Alerta que acceder a las demandas de las telecos para crear una internet premium, más cara para usuarios y empresas digitales, tendrá un efecto negativo en la competencia, la economía y la innovación, además de confusión y falta de transparencia para los consumidores.

En su respuesta (pdf) a la consulta pública de la Comisión Europea sobre la neutralidad de la red, defienden la separación entre transporte y contenidos frente a la intención de las operadoras de construir nuevas plataformas digitales con oferta de calidad mientras la internet abierta sufriría limitaciones de velocidad y servicios.

Los reguladores desmontan los argumentos de las operadoras de las telecomunicaciones. Recuerdan que las redes son un gran negocio y que por eso está asegurada la competencia. Pero además recalcan que las operadoras ya cobran a los usuarios por su acceso a la red y a las empresas de internet por la transmisión de sus contenidos.

Las autoridades de telecomunicaciones ponen en un brete a gobiernos como el español, defensor de las demandas de las telecos. La transparencia en los contratos y la posibilidad de abaratar los precios más bajos no es suficiente si no se respeta el acceso y la oferta libre de servicios y contenidos. Las nuevas plataformas, con más velocidad y contenidos de pago, no pueden castigar la internet abierta.

Esperemos buen oído en Bruselas para los derechos de los ciudadanos digitales.

Columna en los medios de Vocento