La familia Couso sigue su lucha por la justicia y reclama al gobierno que ejecute las órdenes de detención contra los militares norteamericanos presuntos autores del homicidio del cámara de Telecinco hace cinco años.
El juez Santiago Pedraz cursó orden de detención en octubre de 2005 contra el sargento Thomas Gibson, autor del disparo contra el Hotel Palestina, el capitán Philip Wolford, que dio la orden, y el teniente coronel Philip DeCamp, superior de ambos.
La Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia Nacional archivó las diligencias en marzo de 2006 por no haber asesinato ni acción dolosa, sólo un "acto de guerra contra un enemigo erróneamente identificado", en línea con la investigación del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), que hoy recuerda el aniversario de la muerte de Couso y el cámara de Reuters Taras Protsyuk, además del ataque a las oficinas de la televisiones árabes Al Jazeera (donde murió otro periodista) y Abu Dhabi TV aquella misma mañana.
En diciembre de 2006, el Tribunal Supremo dio la razón a la familia Couso frente a la Audiencia Nacional y sentenció que la justicia española es competente para investigar la muerte del cámara.
El CPJ denuncia que siguen sin aclararse todos los detalles de las muertes de los periodistas, exige a las autoridades militares norteamericanas que "investigue completamente los incidentes y haga públicas las conclusiones", pero también que "implemente procedimientos para señalar a las tropas la presencia de periodistas en el campo de batalla".
La organización insiste en que los mandos militares norteamericanos sabían que en el Hotel Palestina sólo había periodistas pero no informaron a las tropas que bombarderon desde un tanque las posiciones de los corresponsales.
David Schlesinger, director de Reuters, indica que la agencia "no está satisfecha con la rapidez o la objetividad" de las investigaciones de los homicidios. El responsable de la agencia internacional cree que "el frente debe hacerse tan seguro como sea posible para los no combatientes como los periodistas".
Un principio que las tropas norteamericanas no han seguido en Irak.
Por eso la familia Couso, apoyada por muchos profesionales y ciudadanos, continúa su lucha para que se esclarezca la verdad y Estados Unidos y sus tropas no estén por encima de la ley.
Desde que empezó la guerra de Irak en marzo de 2003, 127 periodistas y 50 personas de apoyo a sus labores informativas han muerto, según el CPJ.
Es ya el conflicto más sangriento para los informadores muy por delante de los 66 periodistas muertos en los 20 años de la guerra de Vietnam o los 68 informadores muertos en la II Guerra Mundial.
Íñigo Sáenz de Ugarte reconstruye aquella mañana en el Hotel Palestina, cuando los disparos habían cesado y en el silencio el tanque que comanda el sargento Thomas Gibson gira su cañón hacia el hotel. Pide permiso al capitán Wolford para disparar y mata a Couso y Protsyuk tras 15 minutos de calma.