Una carrera sostenible. Es la publicidad del Maratón de Madrid puesta en marcha por el Ayuntamiento. "Una potente herramienta de sensibilización ambiental" cuya sostenibilidad sería asegurada además por 655 operarios y 240 máquinas para limpiar "antes, durante y después de la prueba".
¿Resultado? Un montón de mierda.
Ni el Ayuntamiento de Madrid cumplió ayer sus propósitos ni el público ayudó.
El Retiro era ayer por la tarde, varias horas después de la carrera, un desastre de residuos donde se juntaban los derivados de la asistencia de espectadores y los generados por las propias empresas de instalaciones de publicidad y servicios necesarios para el acontecimiento: bolsas y fundas de plástico, cinchas de sujeción, botellas, vasos, etc.
"Aquí empieza la carrera del reciclaje" decían los contenedores vacíos mientras la mierda cubría parterres y paseos.
Los madrileños dieron ayer un nefasto ejemplo de responsabilidad ecológica y el Ayuntamiento fue incapaz de cumplir sus promesas una vez más.