
¿Resultado? Un montón de mierda.

El Retiro era ayer por la tarde, varias horas después de la carrera, un desastre de residuos donde se juntaban los derivados de la asistencia de espectadores y los generados por las propias empresas de instalaciones de publicidad y servicios necesarios para el acontecimiento: bolsas y fundas de plástico, cinchas de sujeción, botellas, vasos, etc.
"Aquí empieza la carrera del reciclaje" decían los contenedores vacíos mientras la mierda cubría parterres y paseos.
Los madrileños dieron ayer un nefasto ejemplo de responsabilidad ecológica y el Ayuntamiento fue incapaz de cumplir sus promesas una vez más.
