José María Aznar presentó el lanzamiento de La Aventura de la Historia en 1998. 100 números y casi nueve años después otro presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, celebra la efeméride cuando ETA vuelve a estar de fondo en el debate político.
"¿Por qué va Zapatero a celebrar una revista de El Mundo?", se preguntaban ayer algunos cargos socialistas. "Pedro J. podía haber estado más duro", decían algunos de los asistentes al evento que hoy refleja la portada del periódico.
Zapatero defendió su voluntad y obligación de seguir luchando por la paz en el País Vasco y defendió que España no se rompe ni el estado desaparece con los nuevos estatutos de autonomía.
Pedro J. Ramírez ejerció de anfitrión y de referente político de la derecha periodística. Citó las palabras de Aznar en el lanzamiento de la revista, "la paz no se puede comprar porque no tiene precio", y alertó sobre la "creciente legitimación de las más reaccionarias pretensiones nacionalistas".
Zapatero y Pedro J. Ramírez turnándose la palabra con visiones diferentes pero sin acritud.
El 14 de enero Zapatero y el director de El Mundo se citaron con la divida manifestación contra ETA del día anterior al fondo. No era la primera vez. La comunicación entre político y periodista es fluida.
Más que con El País, señalan fuentes políticas.
Un éxito de los convocantes, una oportunidad perdida para el PP, titulaba El Mundo su editorial. Buen resumen para Zapatero, malo para Mariano Rajoy, líder del PP.
Lunes, 15. Debate en el Congreso. Zapatero se quedó muy corto y Rajoy se pasó de frenada, dice El Mundo al día siguiente.
El editorial de El País era similar en la crítica al presidente del gobierno.
Juan Luis Cebrián publica un artículo titulado El equilibrio y el director de orquesta que sienta muy mal en La Moncloa. Al día siguiente Zapatero discute con Cebrián sus tesis en un acto público.
Es un paso más del divorcio entre el presidente socialista y su periódico de cabecera. Una falta de sintonía evidente durante todo el diálogo con ETA y acentuado desde la llegada a la dirección del periódico de Prisa de Javier Moreno.
Unos días después se avivan los rumores sobre la aparición de un nuevo periódico nacional de orientación progresista impulsado por algunos promotores de La Sexta, la última cadena privada analógica nacional.
Zapatero está cada día más lejos de la línea editorial de El País y encaja mejor la posición crítica de El Mundo. El entendimiento personal con Pedro J. Ramírez crece pese a la distancia política.
El presidente sabe que cualquier crítica de El Mundo a la actuación del PP y su líder produce un fuerte efecto en el votante centrista lector del diario.
Pedro J. reafirma su independencia del PP de Mariano Rajoy con cada crítica y su distancia del PSOE le permite mantener sus embestidas sin dejar de valorar la acción del presidente y su ejecutivo cuando lo considera oportuno.
El PSOE sabe que sin El País la acción política del gobierno es más complicada y el cuestionamiento de sus líderes crea inquietud entre su electorado.
El País necesita marcar distancias con el gobierno para recuperar la independencia vital para un medio de referencia. Falla la confianza en Zapatero y el futuro se avizora complicado, en la política y para el periódico.
ABC reafirma su apuesta por un Rajoy alejado de los extremismos del PP en busca de posición política y de mercado.
Zapatero y Pedro J. cada vez más juntos. Cada reunión, cada llamada de teléfono, se entienden mejor.
P21 | División política, unión periodística