Sunday, September 10, 2006

Telediarios para la televisión espectáculo

Iñaki Gabilondo está dispuesto a dejar sus mañas de la radio y disciplinarse en la televisión. Fin del "anarquismo radiofónico", reconoce. José Luis Fuentecilla ha conseguido sumar una presentadora al informativo estrella de Cuatro y que Gabilondo lea las entradillas. Fin de los silencios. En la radio son un elemento dramático y de respiro; en el telediario, el vacío.
Nueva temporada, nuevos telediarios. Abren todos el 11-S, esperemos que no con la repetición de estilos y modos. Pocas esperanzas.
Los telediarios españoles son los más sensacionalistas de la historia de la televisión y afrontan un año repleto de lucha política, con el PP lanzado a por el gobierno de Zapatero, con el proceso de paz abierto en Euskadi, la reforma de los estatutos autonómicos y la encadenación de elecciones, de las catalanas a las municipales.
La política y la posición de cada cadena volverá a jugar un papel esencial. Deportes, sucesos, política de declaraciones crispadas y el asombro constante de la información metereológica son el menú repetido.

La Sexta (presentación pdf) estrena sus Noticias con mucha juventud, apuesta por presentadoras de moda (Helena Resano, Cristina Villanueva y Mámen Mendizábal) y conscientes de que con 160 personas deben huir de la cobertura extensiva estilo TVE o Antena 3.
La vía está en una agenda distinta, para jóvenes y sus intereses, según su director César G. Antón.
La Sexta | Noticias arrancará antes que el resto de los telediarios, a las 14 y a las 20 horas, intentando no quedar sepultados por los horarios copados de los informativos de siempre.
El deporte tendrá programa propio de 30 minutos tras la media hora informativa desde plató diferenciado y con presentadores distintos. La cadena del fútbol se la juega también en la información deportiva.

Cuatro renueva telediarios con novedades ante y detrás de la cámara. Silvia Intxaurrondo intentará evitar los lapsus gabilondianos y la redacción de CNN+ y de Cuatro se funden tras un año de ajustes.
Gabilondo reafirma el empeño de hacer informativos serios, con profundidad informativa y menú de "criterios tradicionales del periodismo de calidad". Y atención especial a la política: "Hay un empacho de la política profesional entendida como las vicisitudes internas y los grandes jeroglíficos de los partidos políticos. Pero la política no puede no estar presente. Esa especie de moda televisiva de decir que eso es horroroso y que a la gente no le interesa no lo comparto en absoluto".

Antena 3 defiende su liderazgo, logrado a base de sensacionalismo rampante y aupado encima de la ineficacia y los problemas en TVE-1, cuyos telediarios están atrapados por un ritmo lento, conexiones en directo muchas veces vacías de contenido y una información poco atractiva. Pocas novedades en la cadena pública y un telediario de La 2 decididamente de minorías.

Telecinco va tras la fórmula Antena 3 con Pedro Piqueras al frente. Informativos a ritmo de minutaje de audímetro. Una redacción atrapada por Sofres. Las dos comerciales tradicionales se la juegan especialmente con el arrastre de sus parrillas a falta de otras virtudes.

Pocas esperanzas para la audiencia de informativos. Los telediarios están obligados a repartir una audiencia que no crece. Las últimas temporadas no han sido buenas (tampoco en las autonómicas) pero comienza la división profunda de audiencias y algunos responsables pueden empezar a pensar en diferenciarse de verdad para apostar por la fidelidad y el posicionamiento más que por las grandes cifras de telespectadores.
Veremos.

P21 | La televisión es sensacionalista
P21 | El espectáculo y la información domados
P21 | La batalla de los telediarios (temporada pasada)