Thursday, September 07, 2006

Una victoria del terrorismo

En los sistemas totalitarios los ciudadanos son sospechosos. Todos.
Los regímenes y las sociedades dictatoriales controlan a sus ciudadanos, lo saben todo sobre ellos. Los ciudadanos deben someter su vida privada.
La esfera privada no existe en las sociedades totalitarias. El estado, el partido o los vigilantes lo saben todo.
Y no te puedes negar. El bien común, la seguridad, el desarrollo y otras disculpas te obligan.

La comunicación, la información, el movimiento, la palabra, las actividades de los ciudadanos libres son suyas. De nadie más.
Nadie tiene el derecho de vigilarte porque la presunción de inocencia existe. Nadie es culpable hasta que se demuestra que lo es y se hace con la garantía de la justicia y el respeto a los derechos fundamentales.
La tecnología permite comunicaciones más libres, privadas y confidenciales que nunca.
La Comisión Europea y el comisario de Justicia, Franco Frattini, afirmaron que la Directiva de Retención de Datos (pdf) de 15 de marzo de 2006, aprobada unos días antes, era "una victoria de la democracia, una victoria de los ciudadanos de la Unión y una victoria de los derechos fundamentales" (pdf).

Ahora el gobierno español la traspone a la legislación española y obliga a guardar los datos de todas las comunicaciones durante 12 meses.
Obligará a identificar y registrar a los usuarios de tarjetas prepago para móviles, utilizados en los atentados del 11-M, pero no sólo eso. Como dice el artículo 5 de la directiva (pdf) se guardan y registran los datos sobre todas las comunicaciones telefónicas, fija y móviles, y todos los datos de uso de internet. Los datos, no los contenidos.
Los terroristas consiguen una parte de sus propósitos: hacer nuestras sociedades más miedosas, más vigilantes, más desconfiadas, aumentar el espionaje a los ciudadanos.
Y, seguramente, para poco, porque es fácil burlar esos registros.
Funcionará para investigar ciertos delitos. Las operadoras repercutirán los costes en la factura de los clientes.
La pregunta es si vale la pena retroceder en libertad. Si es conveniente aumentar el control sobre los ciudadanos y sus actividades para luchar contra los enemigos de la libertad.
Nos ganan. Perdemos libertad. Tenemos más miedo.

P21 | Contra la retención de datos