Tuesday, September 12, 2006

Las indiscreciones y secretos de Chirac

El presidente francés, Jacques Chirac, está enojado por la difusión de su charla con José Luis Rodríguez Zapatero sobre la misión de los cascos azules de intermediación entre Israel y Hezbolá en Líbano.
La conversación se grabó en la cumbre Europa-Asia de Finlandia y en ella los presidentes francés y español hablan de los problemas y riesgos de la misión.
¿Tiene derecho Chirac a estar enfadado?
No.
Primero porque no es un diálogo privado, sino en un acto público, político y es una conversación entre dirigentes sobre asuntos de interés general y bajo su responsabilidad.
La mayoría de los códigos deontológicos de prestigio alegan que el interés público justifica este tipo de grabaciones secretas siempre que el resultado sea proporcional a los métodos (BBC, Ofcom).
Segundo porque en ese tipo de actos, los políticos ya deberían saber de la potencia de los micrófonos de las cámaras.
Los llamados mudos, imágenes sin voz para las televisiones y fotógrafos, han pasado a la historia. En parte por la tecnología, en parte por descuido de los periodistas y en parte porque no tienen sentido: todo lo que hacen los políticos en la vida pública debe poder ser objeto de la información y el control público.
Del criterio de los periodistas depende la proporcionalidad.
A lo mejor a Chirac no le gustó que también se supiera de sus chascarrillos sobre el poder sexual de algunos políticos.

P21 | El abuso de las cámaras ocultas