La responsabilidad de la esperanza. Después de haber ganado las elecciones más sociales de la historia Barack Obama ya no podrá gobernar como los anteriores presidentes. Responde ante los ciudadanos y ante la red social que ha creado durante su larga carrera para llegar a la Casa Blanca. Son las conclusiones de Andrew Rasiej, fundador de Personal Democracy, asesor del nuevo presidente y un convencido de que la democracia participativa ha llegado a ser más personal que nunca con Obama. Por eso "no podrá defraudar ni ignorar" a sus seguidores, dice el hombre que montó un sistema en Twitter para vigilar la limpieza electoral. Un cambio en la política, la comunicación y la tecnología esperado también en el resto del mundo.
¿Y ahora qué?, Obama.
Después de una nueva campaña hace falta otra gobernación. Y el presidente electo ha prometido en su programa una democracia conectada y transparente para que los ciudadanos tengan acceso a todos los actos del gobierno y para que las herramientas de internet, banda ancha y participación que tan buen resultado le han dado en campaña se conviertan en política cotidiana.
Un análisis del futuro de la ciberdemocracia en Soitu.es