Descontento y protestas. Es el resultado de la adjudicación de licencias de radio en Cataluña. El Consell del Audiovisual de Catalunya (CAC) ha concedido 83 licencias de radio privadas y muchos se alzan contra un acuerdo que perjudica a algunos grupos y vuelve a arrojar sospechas sobre un sistema de radiodifusión sometido a la política y los intereses de los medios. Las miradas, sospechas de unos y esperanzas de otros, están puestas en el futuro Consejo Audiovisual Estatal que el Gobierno de Zapatero quiere implantar con la prometida ley audiovisual.
El reparto del espacio radioeléctrico siempre tiene ganadores y perdedores. Es la economía de la escasez. En Cataluña se presentaron 1.279 propuestas para 83 frecuencias. Todos los grandes grupos querían más emisoras, pero de las 105 frecuencias disponibles, 22 se reservaron para emisoras públicas (locales y autonómicas). La radiodifusión pública vuelve a ser la gran beneficiada. En la radio privada, los beneficiados son grupos catalanes por un sistema de adjudicación con criterios que nadie impugnó antes de las concesiones.
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