Todos coincidimos en la conveniencia de ampliar la elección de autores y público sobre la creación y acceso a la cultura. Para ello es imprescindible ampliar la posibilidad de elegir los derechos de autor y con los que se quieren publicar los contenidos. Todo el mundo tiene derecho al copyright, pero también al copyleft y a las fórmulas de derechos flexibles como Creative Commons.
Por eso para mí hay algunas ideas centrales básicas para una nueva gestión de los contenidos digitales, las expongo en la siguiente diapositiva junto a algunas propuestas sobre cómo aprovechar internet para una nueva literatura:
Entre ellas es necesario destacar una decidida apuesta de las administraciones públicas por el fortalecimiento del dominio público y el derecho de acceso a la información y la cultura de los ciudadanos, algo que a menudo se suele olvidar para primar los derechos de pocos frente a los de muchos.
Un elemento fundamental debería ser que toda obra o bien cultural promovido o financiado por fondos públicos debería revertir cuanto antes al dominio público. La financiación pública no sólo debe promover la creación, sino también el acceso de los ciudadanos a las obras que sufragan con sus impuestos.