Los peligros del multiculturalismo periodístico
Mohammed Shah Rais está furioso. Para él, un librero de Kabul (Afganistán) los problemas no acaban. "Primero los comunistas quemaron mis libros, luego los muyaidines saquearon mi tienda y los robaron, y después los talibanes volvieron a quemarlos", se queja. Y ahora es el gran engañado por una periodista noruega que ha escrito un bestseller con la historia que él nunca imaginó que se contaría.
Asne Seierstad (33) es una de las más afamadas corresponsales de guerra nórdicas. Shah Rais la odia por escribir un libro, como los que él vende, que en lugar de reivindicar su vida apaleada de comerciante de la cultura lo presenta como un cruel tirano doméstico.
Seierstad ha cubierto la invasión de Irak desde Bagdad y hace un año estaba en Kabul para contar la caída de los talibanes.
Allí conoció a Shah Rais y se le ocurrió la idea para El vendedor de libros de Kabul, la historia de Shah y su familia, que ya es la obra de no ficción noruega más vendida de todos los tiempos: más de medio millón de ejemplares.
La periodista quería contar la vida de Shah y su familia, la tragedia de un hombre permanentemente atrapado por la guerra civil y el totalitarismo de unos y otros, dibujado en el pisoteo de sus libros. Pero lo que acabó contando es la historia de las mujeres afganas esclavizadas bajo el burka y tras las puertas de la casa de sus maridos.
Shah esperaba leer la historia del librero perseguido y le abrió las puertas de su casa a la periodista, que pasó varios meses bajo su techo. Pero lo que le ha llevado hasta la mismísima Feria del Libro de Frankfurt en persecución de la autora es la ira de sentirse engañado y explotado.
Seierstad defiende que hizo un pacto con Shah y su familia:si había algo que no quisiesen que publicase, se lo dírían. Afirma que nadie lo hizo.
Ella buscaba la historia de un hombre que luchaba por su vida y sus propiedades. Él pensó que era la oportunidad de su reivindicación. Para Shah lo que ocurría en su casa no era distinto al comportamiento de la mayoría de los afganos. La periodista encontró un filón de primera mano para denunciar la violación sistemática de los derechos más elementales de las mujeres bajo la intolerancia integrista.
Los sobreentendidos han acabado en un choque de civilizaciones que ni la autora ni el protagonista esperaban.
A uno y otro lado se han alzado voces sobre el comportamiento de la periodista y si debió avisar al afgano de su cambio de enfoque.
Shah viajó a Oslo para restaurar su honor y acuar a la periodista de inventar conversaciones y no representar fielmente el ambiente y comportamiento de su familia.
La polémica ha llegado al jurado de los premios de periodismo escandinavos, que ya ganó Seierstad en una ocasión y a los que optaba de nuevo. El tribunal ha recibido observaciones e informes que cuestionan los métodos de la periodista.
El multiculturalismo es traidor.
Observer | The Kabul bookseller, the famous reporter, and a 'defamation' of a nation
The Guardian | The bookseller of Kabul | reseña
Aftenposten | El afgano agraviado, en busca de la autora
Aftenposten | Conmoción en los premios de periodismo escandinavo