Monday, September 15, 2003

Contra el cliché y lo políticamente correcto


Dice Martin Amis que "la escritura es una lucha constante contra el cliché". Se supone que el periodismo existe para investigar la realidad, para descubrir a los hombres que muerden a perros y para eliminar el polvo que ensucia la vida. Pero la desconfianza, la investigación y la comprensión de lo humano son cualidades enterradas a menudo por la competencia fútil, los manipuladores y los periodistas de mente perezosa.

Un ejemplo:
Están solos, sin hijos, casi sin amigos porque han ido cayendo en el camposanto cercano. Son viejos y débiles. No entienden muchas cosas que pasan alrededor y tienen miedo. Miedo de que les echen de su casa, de no oír una voz amiga, de no poder llegar a la panadería. De morir en soledad, sin ruido, sin conocimiento. Simplemente el olvido. Los quieren echar de su casa y llevarlos a un sitio que a él, que sufrió los campos de concentración, le recuerdan el encierro de la muerte. Quizá es mejor morir por la propia mano y dejar de sufrir.
A los 90 años la mal llamada violencia de género puede ser sin más esa eutanasia prohibida. Pero en la televisión lo meten en el bloque de sucesos como un manchón más de la violencia doméstica.
Y a lo mejor sólo es amor marchito y miedo. Con menos elucubraciones y más hechos habría habido mejores crónicas y menos conjeturas falsas.
Antena 3 | A disposición judicial el anciano que mató a su mujer en Martos

Otro:
Una mujer rubia, atractiva, compra con una amiga en un gran centro comercial. Música, neón, chicas guapas y mucho lujo. Entran y salen de tiendas caras, ríen, hablan y alguien no lo puede soportar. Quizá la ha reconocido, quizá no. Toda la ira de su locura estalla en el apretón que le da a su navaja.
La sigue. La tiene cerca. No lo mira. ¿Por qué tendría que hacerlo? No es nadie para ella, con sus bolsas, su felicidad de tarjeta de crédito y su seguridad en sí misma.
No lo puede soportar y en cada puñalada siente que ya es suya, que por fin domina esa sonrisa y ese cuerpo que cae con ojos atónitos.
La televisión no para. Era ministra y murió por el euro. Tendrá que encontrar otra para recobrar su poder caótico, su dominio maligno de matar porque sí.
Celebrado el referéndum, negado el euro, quizá ese hombre de gorra sea un loco más y la ministra otra mujer asesinada por un loco. Hasta ahora no se sabe, pero ella ya ha sido declarada mártir de la moneda europea.
La Vanguardia | Apuñalar el euro

La realidad suele ser más rica que el pensamiento plano de lo lineal, de lo sencillo, de lo que viene bien a algunos para orientar un voto, cuadrar la escaleta de un telediario o cerrar a tiempo el diario.
Nadie está a salvo de lo que Donald Murray –premio pulitzer, columnista del Boston Globe y uno de los referentes del periodismo norteamericano– llama los "clichés de visión", mucho más peligrosos que los del lenguaje.
Murray cita algunos clásicos:
"la víctima es siempre inocente"
"los burócratas son perezosos"
"las amas de casa odian ser amas de casa"
"la soledad del éxito"…
Y advierte con tino: "Cuanto más profesional se llega a ser, mayor es el peligro de ver lo que esperamos ver. La experiencia, desde luego, es una ventaja; pero tiene un lado oscuro".

Es penoso ver cómo se empobrece el mundo y se confunde la información con los clichés: el marido iracundo y matador es días después un pobre anciano malnamorado, la mártir del euro puede llegar a ser un error en la mente asesina de un loco.
Más periodismo y menos sensacionalismo, por favor.