Televisión en cualquier lugar y aparato, interactiva y conectada a las redes sociales. Es la promesa de la televisión inteligente (smart TV), en la senda de los móviles y las tabletas. TV conectada a internet y contenidos que migran por todas las pantallas, sean televisores, iPad, ordenadores o móviles. La industria se ha apurado a presentar sus propuestas en el Consumers Electronics Show de Las Vegas con sistemas donde los abonados de televisión de pago pueden ver sus contenidos en varias pantallas (como en Digital Plus Directo). Para el resto crecen las ofertas: gratuitas como las aplicaciones de canales en abierto, de pago por visión a través de videoclubs digitales como los de Samsung o Sony para sus televisores conectados, o en dispositivos externos como Apple TV y los descodificadores interactivos de TDT. Pero más allá de los aparatos, el desafío es reinventar la televisión.
Cuando el 21% de los televisores vendidos en 2010 ya tienen conexión a internet y se espera su multiplicación en los próximos años, quedan muchas dudas. Para que la televisión sea inteligente el usuario debe encontrar fácilmente los contenidos, tener acceso desde diferentes equipos sin estar atado a una marca o plataforma, actualizar las aplicaciones y sistemas operativos necesarios, no encontrarse con barreras tecnológicas o de negocio demasiado estrechas y conectarse con facilidad a sus vídeos y amigos en las redes sociales.
Para la industria es un cambio en la distribución de los contenidos hacia la nube y el streaming. Con nuevos socios tecnológicos y en busca de sistemas de protección de derechos cuando donde la copia y los DVD son sustituidos por el pago por visión y las suscripciones. Donde las ventanas se unen para que el público no tenga que esperar tanto por los estrenos para evitar la piratería y el televidente pueda disfrutar más con alta definición o 3D, pero también con aplicaciones como las de Yahoo para interactuar con programas y publicidad.
Una reinvención de la televisión cuando la TDT apuesta por el bajo coste y las reposiciones.
Columna en los diarios de Vocento