2011 volverá a ser el año de la esperanza para quienes confían en el negocio del pago por contenidos y reducir la economía de lo gratis en internet. Y seguramente de su desesperación. Los móviles y tabletas como iPad o las nuevas plataformas digitales preparadas por la operadoras de telecomunicaciones alimentan esa esperanza. Como también la alta definición y el 3D en el cine, el vídeo y la televisión.
El audiovisual aumenta su atractivo para los contenidos de pago y la prensa no consigue encontrar su modelo.
Las aplicaciones móviles no sirven para convertir al pago a más de una quinta parte de los usuarios. Crece el negocio de pago, pero no para todos.
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