Thursday, February 05, 2004

El feo de Zapatero a los periodistas


En su línea de convocar notables para que hagan lo que no hace ni su partido, ni sus diputados, ni su ejecutiva, el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, apuesta por la reforma de los medios públicos y convoca a un grupo de "independientes" para realizar un informe que el líder socialista se compromete a respetar.
El documento propondrá normas para "garantizar la independencia, respetar el pluralismo político y social, el mejor cumplimiento de su función de servicio público y la extensión de los valores cívicos y democráticos".
Buenos propósitos muy necesarios en un espacio público y un mercado audiovisual con enorme presencia de los medios estatales y autonómicos. Ninguno es ejemplo de buen hacer ni de indenpendencia. La preocupación de Zapatero es la de muchos ciudadanos y periodistas. En su día enterró el PP sus promesas y llegó a nombrar a un ex diputado para gobernar RTVE. De los sucesores mejor no hablar, con intercambios gobierno-ente y clanes que se asientan.
Sólo uno de los independientes convocados por el líder socialista es periodista. Los demás, filósofos y lingüistas. Catedráticos y académicos.

¿Tan malos son los periodistas? ¿Tan dependientes y sesgados?
Los políticos arrastran en su desprestigio a los profesionales de la información, relegados a machacar día a día las teclas, montar totales y escuchar a los líderes en sus ruedas de prensa, en las que ya no es costumbre contestar con concreción a las preguntas, que incluso molestan.
Algunos periodistas y algunos medios se lo han ganado a pulso. Han impuesto un modelo acrítico, poco riguroso, que se mece entre la descalificación, el brochazo político y periodístico o la complacencia agradecida. Las consecuencias las pagan la profesión y los ciudadanos.
Nada hay en contra de las ayudas cabales y bienintencionadas de quienes por vocación y sabiduría pueden aportar, pero no parece que quien defiende un Estatuto de los Periodistas tenga en gran consideración a sus defendidos cuando no les invita a hablar de lo que saben y sufren todos los días.
Quizá Zapatero sólo conozca periodistas dependientes, obsequiosos o críticos y los confunda con toda la profesión. Quizá a Zapatero no le gustan los periodistas independientes y disfrute más con el limbo de las ideas bienintencionadas.
Sólo un periodista de cinco. Y ejerciente en la universidad, no en la brecha informativa.
Se hace difícil confiar en que reforme el periodismo quien desconfía de los periodistas.

elmundo.es - Zapatero propone un consejo de expertos para la reforma de los medios públicos de comunicación
Periodistas 21 | Un estatuto para los periodistas