Monday, November 15, 2010

Muchas aplicaciones de diarios, pocas de pago


Las aplicaciones en los móviles y en el iPad son el verdadero sustituto para los diarios. El consumo de la información en dispositivos móviles aumenta la sustitución del papel cuando la audiencia está cada vez más conectada permanentemente y puede acceder a los contenidos cuándo y dónde quiera. Pero todavía no está clara la economía de esa sustitución, a pesar del entusiasmo de algunos y de la obligatoriedad a largo plazo del cambio de soporte del papel a las pantallas. Tanto por la preferencia de los usuarios como de la publicidad.
Los primeros datos sobre la economía de las aplicaciones indican que será difícil cobrar por la información si no se ofrece valor añadido en cada aplicación y una experiencia de usuario que compense el precio.
En España, las descargas de Orbyt, la aplicación de pago para iPhone y iPad de El Mundo y Expansión, y el resto de aplicaciones gratuitas de sus medios, superan las 137.000 a final de septiembre, según los datos de Unidad Editorial.
En iPhone se descargaron 86.000 aplicaciones y otras 51.000 para iPad.
Si se considera que en las mismas fechas Orbyt había conseguido 15.000 suscriptores, y bastantes de ellos son sólo web, las aplicaciones de pago podrían estar por debajo del 4 o 5% del total de las descargas, una cifra muy similar a la caída de la venta de ejemplares del diario hasta septiembre, -4,5% según la OJD.
La cifras de otros intentos de aplicaciones de pago indican que en países con alta resistencia a pagar por las noticias como España el negocio es todavía dudoso frente a la distribución en papel tradicional.
Corriere della Sera y La Gazzetta dello Sport, los diarios italianos propiedad de RCS como los de Unidad Editorial, registran 490.000 aplicaciones para móviles y de iPad en 2010.
En móviles han conseguido 13.000 suscripciones y en iPad 12.000 con 120.000 descargas de la aplicación.
Las cifras de consumo de información de pago son realmente bajas si se tienen en cuenta además los lanzamientos promocionales.
En otros mercados con mayor penetración de medios de pago, los resultados son algo mejores, pero tampoco muestran que las aplicaciones de pago sean la solución a la crisis de la prensa.
Financial Times tiene 149.000 suscriptores digitales de pago y aunque no ofrece datos de aplicaciones, antes de este año, cuando se ha presentado el iPad, ya tenía 126.000 suscriptores, por lo que el impacto de la tableta de Apple no parece muy grande.
The Guardian ha vendido 205.000 aplicaciones para iPhone con un sólo pago de 2,39 libras. Habrá que esperar a ver los datos con su nueva microsuscripción de 3,99 libras al año.


Con estos resultados es lógico que se mantenga el debate sobre si se deben abrir más aplicaciones o no, como ocurrió con el lanzamiento del iPad en España.
Móviles y tabletas son el futuro de la lectura de información, pero en mi opinión lo importante es que en el nuevo paradigma de la comunicación los usuarios estarán siempre conectados, consumirán contenidos en diferentes dispositivos, y lo harán en función de sus hábitos y de la oportunidad y ventajas de cada dispositivo y momento de consumo.
Por eso ningún nuevo soporte es la única vía para sostener el negocio de la información y los contenidos. La mayoría del consumo de contenidos e información se hará en poco tiempo a través de acceso gratuito a través de la web y aplicaciones móviles o en televisores conectados a internet. Los productos y contenidos premium se distribuirán mayoritariamente a través de plataformas de pago, agregadores de contenidos, marcas y servicios para su consumo multidispositivo, en ubicuidad y en streaming o desde la nube (cloud computing). Los contenidos y la información como servicio.
Un nuevo mercado de acceso a internet y contenidos a través de plataformas con distintos precios y oferta, de acuerdo a la revisión de la neutralidad de la red impulsada por las operadoras de telecomunicaciones y ya aprobada por Europa.
En ese nuevo mercado cambia la comercialización y distribución para los medios. Una parte importante de su negocio no dependerá ya sólo de ellos y de canales distribución abiertos, sino de la negociación con cada una de las plataformas y los márgenes y control sobre los datos de usuarios finales que cada parte se reserve.
Entretanto, las posibilidades publicitarias de las aplicaciones en pantallas táctiles y el desarrollo de funcionalidades de geolocalización, marketing de proximidad y realidad aumentada parecen más interesantes que el modelo de pago por noticias.