Tuesday, December 13, 2005

Europa regula la televisión y la multimedia

Música para este artículo por Broadcast

La Comisión Europea ha oído las quejas de la industria audiovisual y abre la mano en las limitaciones publicitarias impuestas en 1998 al tiempo que regula por primera vez los contenidos audiovisuales de los nuevos medios (internet, móviles, servicios de banda ancha, vídeo a demanda, etc.) y los somete a las mismas reglas de la televisión convencional.
Más posibilidades de hacer dinero para una televisión saturada de publicidad y restricciones a los nuevos medios para que no alteren en exceso el modelo de negocio de la televisión convencional.
Una batalla contra la convergencia multimedia que puede atrasar dramáticamente el desarrollo de los contenidos y servicios multimedia en Europa.
Un cambio más orientado a las empresas que a los ciudadanos y más cuidadosa con el dinero de los viejos negocios que con la innovación.
La modernización de la directiva Televisión sin Fronteras (pdf) de 1989, dirigida por la comisaria Viviane Reding, recoge las quejas de la industria audiovisual, preocupada por el cambio de su modelo de negocio, por la introducción de nuevas tecnologías (televisión digital, de alta definición, TDT, móviles 3G), el cambio de posibilidades y hábitos de los telespectadores, y la aparición de nuevos competidores.
Todos ellos quedan declarados servicios no lineales y quedan obligados por las mismas leyes y reglamentos que los lineales (el broadcasting, el modelo de emisión tradicional) siempre que incluyan contenidos audiovisuales.
Una regulación que los nuevos medios consideran un golpe bajo para sus posibilidades de abrir mercado y desarrollar una nueva forma de hacer y consumir televisión.
El propio comisionado de mercado interno, Charlie McCreevy, ha criticado el borrador de la nueva directiva indicando que "sofocará" el crecimiento de los nuevos medios. McCreevy afirma que tampoco hay razones de mercado para cambiar la legislación de TV europea.
Los contenidos audiovisuales de los nuevos medios quedan sometidos a la nueva directiva con excepción de:
>> los clips en pop up no conectados a vídeo a demanda,
>> los vídeos insertados en webs cuando su principal propósito no sea distribuir contenido audiovisual,
>> las imágenes animadas en las webs y
>> los blogs siempre que no tengan propósitos comerciales.
La propuesta de Reading permitirá a las televisiones emitir publicidad sin respetar los actuales 20 minutos de separación entre bloques publicitarios (burlados por casi todas las emisoras) aunque se mantiene el límite de 12 minutos de anuncios por hora.
En el caso de las películas de cine, los programas infantiles y los informativos, las interrupciones publicitarias deberán respetar períodos de 35 minutos.
También se relajan las limitaciones sobre el product placement (publicidad indirecta), la publicidad que más crece en la televisión norteamericana, a un ritmo del 21% anual entre 1999 y 2004, y ya supone el 1,7% de los ingresos publicitarios totales.
El product placement estará permitido ahora casi sin límites siempre que se identifique como publicidad (como los espacios que aparecen antes y en medio de las series españolas, por ejemplo) y quedan excluidos los informativos y los programas infantiles. Los grandes productores de programas como Endemol ya han dado la bienvenida a la desregulación.
El borrador de la nueva directiva indica que la Comisión no quiere regular internet, pero con la argumentación de que el impacto de los contenidos audiovisuales es independiente del medio de transmisión, aplica las reglas "no dependiendo de la plataforma, sino de la naturaleza del servicio".
También renuncia a las cuotas europeas en la Red "por la imposibilidad de imponer la disponibilidad de contenido de algunas regiones" y se confía a la demanda de contenidos locales por los consumidores. Curiosamente un argumento distinto al de la televisión convencional y el cine.
Por supuesto, la directiva mantiene el proteccionismo europeo y obliga también a las emisiones de televisión de países no europeos si utilizan satélites o enlaces (servidores, etc.) para emitir en Europa.
"Mi objetivo para la industria del contenido audiovisual es que florezca bajo uno de los más modernos y flexibles paquetes de reglamentaciones del mundo", ha declarado la comisaria europea, y para ello se ha inspirado en la regulación comercial norteamericana y ha escuchado con atención los argumentos de revisiones del escenario audiovisual como la británica.
Gran parte de las reglas propuestas ahora provienen de tres documentos europeos: el informe de trabajo de 1997 sobre Convergencia de Medios y Tecnología, el informe de 1999 sobre Principios y Guías de la Política Audiovisual en la Era Digital (pdf) y el último informe sobre el cambio de la directiva Televisión sin Fronteras de 2003 (pdf).
La nueva directiva aún debe pasar por el Parlamento Europeo y la aprobación de los estados.
Malos tiempos para la convergencia multimedia en Europa y albricias para los accionistas de las cadenas de televisión.

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