Los Juegos Olímpicos de Londres 2012 arrasaron, pero sobre todo en internet y las nuevas pantallas, con los móviles como gran promesa. La televisión convencional vuelve a perder audiencia, como ya ocurrió con la pasada Eurocopa. El nuevo consumo audiovisual es móvil, personal, a la carta y con participación en las redes sociales, una receta de la que deben tomar nota urgente las televisiones y grandes generadores de audiencia como el fútbol, engarzado en una nueva guerra entre Mediapro y Prisa.
Más de 36,2 millones de espectadores siguieron los Juegos de Londres en TVE, pero otros once lo hicieron a través de internet y las aplicaciones para móviles, tabletas y televisión conectada de RTVE.es. Son muchos espectadores, pero menos que en las olimpiadas de Pekín 2008, cuando la audiencia alcanzó los 36,5 millones. La gran diferencia está en las nuevas pantallas: 3,5 millones hace cuatro años frente a 11 ahora, un 40% de ellos desde las nuevas pantallas móviles.
La fragmentación de las audiencias es implacable. Pero ya no sólo entre canales de televisión, sino también entre pantallas y aplicaciones. La 1 ha logrado un 16,5% de audiencia en las emisiones en directo, lo que aumenta su cuota mensual casi cuatro puntos desde julio, hasta el 14,1% en lo que va de agosto, pero el fútbol manda y no consigue batir el récord de Telecinco en la Eurocopa, con un 36% de media y 10,7 millones de espectadores de audiencia acumulada.
Teledeporte consigue un 5,3% de media de audiencia, su récord histórico, y La 2 crece con sus retransmisiones hasta el 5%, el doble de su público habitual.
Los dos grandes espectáculos deportivos coinciden en el desplazamiento de parte de la audiencia hacia las nuevas pantallas. Internet, los móviles y las tabletas son los preferidos de una nueva audiencia que quiere ver los acontecimientos en directo, compartirlos en las redes sociales y volver a recrearse con lo que más le interesa con el vídeo bajo demanda: tres cuartas partes del total del consumo, 30,5 millones.
Los once millones de usuarios de RTVE.es durante los Juegos consumieron 40 millones de vídeos durante 1,35 millones de horas, casi una cuarta parte de ellos (9,5 milllones) en las nuevas pantallas. La audiencia en los móviles creció un 115% de diario de media y un 70% en tabletas.
Las descargas de las aplicaciones de RTVE.es llegaron a 600.000, 320.000 en la plataforma de Apple (iOS) y 280.000 en la de Google (Android).
La gran pantalla también sufrió la derrota en las televisiones conectadas. La ausencia de aplicaciones estándar al margen de la marca de cada televisor, la menor oferta y el desconocimiento de muchos usuarios hicieron que su mayor uso fuera durante la ceremonia inaugural, con 20.000 televisores conectados.
La audiencia durante los Juegos en España adelanta en convergencia y migración digital a los británicos y norteamericanos.
La audiencia de la NBC batió récords en Estados Unidos con 7,1 millones de audiencia diarios, un 31% más que en Pekín 2008, y llegará a 215 millones de audiencia total.
La BBC, huésped olímpica, ha batido todos los récords tanto en la televisión como en internet y los móviles, con 51,9 millones de audiencia en televisión y 34,6 millones en internet, 9,2 de ellos en los móviles y otros 2,3 en tabletas, con un total de 106 millones de vídeos servidos, 12 de ellos desde móviles.
Las olimpiadas certifican el cambio del consumo audiovisual y cómo afecta a los grandes generadores de audiencia en televisión. Va siendo hora de que los derechos de retransmisión se dividan entre televisión convencional, pantallas móviles y televisión conectada. La mejor forma de que crezca la audiencia y las posibilidades tanto para deportistas y clubes como para público y anunciantes.
El reinado de la televisión convencional deja paso a una fragmentación de audiencias y pantallas donde los grandes acontecimientos reúnen a más público, pero con diferentes hábitos y preferencias de consumo desde distintas pantallas.
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