Telecinco reina. Antena 3 y La Sexta renuncian a la fusión si las condiciones de la Comisión de la Competencia no se rebajan. Resultado: una televisión dominada por Mediaset con sus siete canales, Antena 3 muy por detrás y las públicas en retroceso con los recortes presupuestarios y una privatización incierta.
¿Es la televisión deseada tras la burbuja de la TDT? ¿Han valido la pena los miles de millones gastados en el apagón analógico y los que restan para resintonizar por el dividendo digital? ¿Quién gana ese dividendo? ¿Pueden ser malvendidas las autonómicas tras tanto dinero público invertido? ¿Es un mercado dominado por Mediaset con un tercio de la audiencia y 4,5 euros de cada diez de publicidad el mejor para anunciantes y consumidores? ¿Dónde está la promesa de la televisión híbrida con internet? ¿Sobrevivirán los canales temáticos nacionales, autonómicos y locales?
Las respuestas nos afectan a todos. La televisión sigue siendo el gran motor de la sociedad digital y el mayor medio de comunicación. Su influencia baja, pero su consumo y audiencia crecen en las nuevas plataformas y soportes digitales.
La crisis del modelo nos arruina a todos. Como televidentes, como consumidores, financiadores con dinero público y ciudadanos. ¿Llegarán un día las protestas a la sede de Mediaset como en México frente a Televisa?
El dominio de Telecinco no es político ni informativo, a la espera de la evolución de los telediarios de TVE con su nueva línea editorial. Junto a Telefónica y Prisa en la televisión de pago controla el mercado de la televisión. La televisión híbrida con internet cojea por el poco interés de las cadenas y el retraso en la flexibilización de los derechos. Los recortes en RTVE y TV3, sus dos impulsores públicos, la frenarán aún más.
La televisión y el modelo de sociedad digital merecen una reflexión cuando los últimos indicadores muestran un freno en su desarrollo. El futuro no llega, se piensa. ¿Alguien están pensando nuestra sociedad de la información en un momento económico, social y tecnológico clave?
Columna en los diarios de Vocento