Periodismo, medios e ideas | Journalism, media and ideas | Una mirada a los medios, los periodistas y las ideas de la sociedad de la información | A glimpse at the media, journalists and ideas in the information society
Tuesday, July 17, 2012
The Guardian es insostenible
¿Hasta cuándo sobrevivirán The Guardian y su dominical The Observer? El dinero del Scott Trust que asegura su publicación al no depender de los beneficios reclamados por los accionistas no durará siempre si los ingresos de los diarios y el resto de negocios del Guardian Media Group no aumentan.
The Guardian, The Observer y sus ediciones digitales han vuelto a perder 56,36 millones de euros (44,2 millones de libras) en el último año. Una cifra muy preocupante cuando su circulación está en mínimos históricos. The Guardian ha perdido un 17,75% de su difusión en el último año hasta 211.500 ejemplares. La circulación de The Observer es de menos de 294.000 ejemplares, un 15,5% menos. Ambos encabezan junto a The Independent -en parte debido a su diario compacto y de bajo precio I- las caídas de los diarios ingleses.
Alan Rusbridger, su director y principal valedor de un modelo de diario y de negocio cada vez más en entredicho, ha adelantado las malas noticias a la redacción y anuncia de 70 a 100 bajas voluntarias en una redacción de 650 periodistas.
Y anuncia que The Guardian adelgazará sus contenidos y productos para no trabajar en información común y dedicarse al periodismo de calidad. El objetivo es plausible, pero los datos no acompañan. Tampoco en digital.
A pesar de su enorme esfuerzo en contenidos e innovación, The Guardian no consigue un negocio digital sostenible. Los ingresos publicitarios digitales son de 18,7 millones de euros (14,7 mill. de libras), un notable 25% de su facturación publicitaria, pero más por la caída de la publicidad impresa a 43,7 millones de libras, un 4% inferior al año anterior.
Pero lo peor es que The Guardian sólo factura 0,60 euros por cada uno de sus 31 millones de usuarios (ARPU) -menos que los grandes diarios digitales españoles- a pesar de ser uno de los diez primeros diarios digitales del mundo. El resultado es todavía peor cuando se calcula que sólo consigue 0,02 euros al mes por cada navegador único.
Frente a esas cifras, el diario ha logrado 17.000 suscriptores de su aplicación para iPad que pagan 9,99 libras al mes, un total de 216.410 euros mensuales, casi 2,6 millones de euros anuales y un 8% de su circulación total. Muy lejos de los 130.700 suscriptores digitales de The Times o de los 267.000 de Financial Times, los dos ejemplos de apuesta por el modelo de pago digital en Gran Bretaña. Con su modelo de pago, Financial Times ha conseguido revertir la pérdida de circulación y superar los ingresos de publicidad con los de difusión.
The Guardian asegura que sus 5,8 millones de audiencia en papel y digital superan en 300.000 a los de The Times, pero son menos rentables. Además los diarios de Murdoch han conseguido ralentizar la pérdida de circulación con las suscripciones digitales. The Times vende 400.000 ejemplares en papel que junto a sus más de 130.000 en digital lo sitúan prácticamente en las mismas cifras de difusión que antes de lanzar el paywall.
La publicidad digital no sostendrá a The Guardian. Hasta ahora los dos diarios representaban el 40% de los ingresos del Guardian Media Group con 196,2 millones de libras, pero la venta de sus radios y otras propiedades rebaja la capacidad de generar ingresos del grupo.
The Guardian necesita otro modelo de negocio. Ha comenzado a experimentar con un club de lectores y sus ingresos por Soulmates -una web de contactos-, marketing digital y e-commerce alcanzan los 45,7 millones de libras, un 23,4% del total de los ingresos, por debajo del 31% que ha conseguido Axel Springer, el líder en ingresos digitales en Europa.
Como tantos diarios, The Guardian necesita acelerar su cambio de modelo de negocio, pero también reflexionar como el que fue durante muchos años la voz de la izquierda en Inglaterra se ha convertido en un medio para élites, atractivo gratis en la web y con información de calidad, pero con muy poca capacidad de fidelizar a su público más rentable: los británicos lectores de diarios dispuestos a pagar por prensa de calidad, en papel o digital.
Estructura de ingresos del año anterior (aún no está publicada la de este año).