La Asociación de la Prensa de Madrid condena a los políticos que no permiten preguntas en sus comparecencias públicas.
La presión de tantos y tantos periodistas va logrando resultados a pesar de la falta de coraje de muchos responsables periodísticos, de la imposibilidad endémica en la profesión de unirse contra los abusos y de los que siempre encuentran una razón para someterse a los candados.
El periodismo figurante no es periodismo. Si los políticos quieren figurantes, los informadores no deben prestarse a esa trampa. Si cedes habrá menos preguntas, cada vez más a menudo, con más disculpas. Más declaraciones ¿institucionales? Propaganda y falta de responsabilidad (accountability, ese imperativo tan olvidado por la política profesional). Sin más. Desprecio a los ciudadanos y a quienes los representan en esos actos como herramientas del derecho a la información.
Sólo echo en falta en la nota de la APM una llamada de atención a la propia profesión y, sobre todo, a los responsables que no apoyan a sus reporteros y que no se niegan a reproducir los actos propagandísticos y opacos de los políticos.
J.M. Balkin aporta algunas ideas críticas interesantes en How Mass Media Simulate Political Transparency.
"Media events perform a jujitsu move on the political values of transparency. The goal of political transparency is to help people watch over the operations of government and the behaviour of government officials. The point of the media event is to encourage watching. The media event is a form of political exhibitionism that simulates effective governance and personal candour".
P21 | Periodismo figurante