Los Beatles ya están en internet. Una tienda digital, BlueBeat, se enfrenta a la discográfica EMI por vender canciones de los de Liverpool a 25 centavos. Su larga resistencia a vender su música en la Red se quiebra en un mercado en crecimiento a pesar de la resistencia de las discográficas. Donde sí estarán en un lápiz USB. EMI anuncia el lanzamiento antes de Navidad. Precio: 279,99 dólares.
Quien no espera es Google. El ciberleviatán ha lanzado un nuevo servicio para incluir la música en sus resultados. Se podrán oír y comprar las canciones gracias a su acuerdo con firmas digitales como iLike, Lala (poco conocidas en España) o MySpace. Y lo mismo si sólo sabes una parte de la letra o quieres encontrar música parecida a tus preferidos.
La música mueve la web. Las discográficas y las sociedades de gestión de derechos de autor siguen remisas y empeñadas en su lucha contra las descargas. El Gobierno ya les ha prometido nuevas medidas contra el P2P antes de navidades en la estela de las aprobadas en Francia y en Gran Bretaña, aunque aquí no se habla de desenchufar a los usuarios, sino de perseguir a las webs de descargas.
U2 congregó hace unos días a millones de personas en su concierto en directo en YouTube y servicios de streaming como Spotify preparan su asalto en Estados Unidos tras lograr más de seis millones de usuarios en Europa con su sistema freemium, gratuito o de pago: móvil o sin publicidad. En Gran Bretaña han rebajado los derechos cobrados por las discográficas para impulsar el mercado digital, una medida esperada por las radios y webs de música online españolas, que no pueden competir por el alto precio de unos derechos digitales que la Comisión Europea quiere unificar en un mercado único. La música vendida en internet en España es sólo el 17,5% del total frente a un 11% el año pasado. Cuando el sector despierte quizá Google y otros dominen el mercado. Y volveremos a quejarnos de la pobreza de la oferta de contenidos digitales en este país.
Columna en los medios de Vocento