Internet ha puesto por primera vez en mucho tiempo a las personas en el centro de la tecnología, pero también de otros muchos cambios relacionados con ella: de la información a la política pasando por los negocios y las redes.
El crecimiento económico de la web y la crisis cuestionan la economía de la abundancia de los últimos años y muchos negocios, legisladores y poderes quieren devolver a la web a los territorios acotados y controlados de otros tantos sectores antes de que aprendamos incluso a desarrollar con eficacia algunas de sus oportunidades.
En un futuro de conectividad permanente cualquier evolución de la tecnología y su negocio no debería sacrificar la oportunidad de mantener a las personas en el centro de los sistemas para sostener y multiplicar su capacidad de comunicarse y compartir. La mayor revolución que se puede celebrar en ese día llamado de internet para el que RTVE.es me solicitó algunas reflexiones.