Monday, April 13, 2009

Mejor publicidad antes que volver al pago

Vivian Schiller, presidenta de National Public Radio (NPR), uno de los modelos de referencia de los medios sin ánimo de lucro, lo tiene claro: la mayoría de los medios no sobrevivirán si vuelven al pago por contenidos y el desafío es volver a hacer rentable la publicidad cuando la crisis amaine.



Schiller alerta además de que muchos lectores pueden huir de los medios periodísticos si comienzan a cobrar por sus contenidos para preferir medios de menor calidad. Uno de los problemas de los agregadores y medios hiperlocales que hoy mismo se pueden observar en este reportaje de The New York Times.
En la economía de la abundancia el valor de la información ha descendido tanto que sólo unos pocos pueden sostener su marca y sus contenidos para rentabilizar un modelo de pago. Y el resto están condenados, quieran o no, a desarrollar modelos gratuitos.
La presidenta de NPR cree que incluso el modelo de donaciones o crowdfunding como las que ayudan a financiar NPR son más eficientes que otros modelos como los micropagos o la suscripción. Entre otras cosas porque vuelven a vincular emocionalmente al público con los medios.
La presidenta de NPR y antes responsable de nytimes.com defiende la decisión de cerrar el servicio de pago TimesSelect en el diario neoyorkino, como ha hecho hace poco el vicepresidente digital del Times, Martin Nisenholtz.
Los diez millones de dólares de ingreso anual perjudicaban la audiencia, la marca y el futuro del Times, que confía más ahora en sus API y en la búsqueda de nuevas interfaces y distribución de la información digital que en los contenidos puros para conseguir ingresos de pago.

El problema de los medios es mejorar la comercialización y el precio de su publicidad, encontrar fórmulas alternativas al control 2.0 de Google y los ad networks y no caer en la nueva rebaja de los contenidos con la publicidad que sigue la conducta de los usuarios.
Y a eso se suma la escasa efectividad de la publicidad en internet, que obliga a un cambio en las estrategias y en los formatos publicitarios, como ya se ha puesto en marcha en Estados Unidos.
La única forma de librar a los usuarios de la invasión de los interstitials y de proponer un nuevo precio a los anunciantes y comercializadoras.