Thursday, August 21, 2008

Récord olímpico

Oro. Es el color de los Juegos Olímpicos para la televisión. La gran competición deportiva ya es el mayor espectáculo de la televisión y de los medios digitales. Las pantallas convergen y los aficionados pueden elegir si quieren ver Pekín 2008 en televisión, con alta definición, en Internet o en su móvil. La convergencia avanza a ritmo de récord. Las plataformas se eligen en función de cómo se quieren consumir: relajadamente, como en la televisión tradicional; para volver a ver los mejores momentos sin depender del directo; o para compartir la pasión con otros a través de Internet.
RTVE ha conseguido en el primer año de su nueva estructura y financiación un gran éxito gracias a los Juegos. Es líder de audiencia batiendo marcas desacostumbradas ya en televisión. Récords de un 60% de audiencia con medias del 20% y más de tres millones de personas ante la pantalla. Cuotas similares a otros países europeos y lejos de EE UU, donde la NBC atrae cada día a un 30% de los norteamericanos para ver los Juegos mientras 30 millones de internautas acuden a su web.
Los Juegos constituyen la gran apuesta de la televisión estatal para lanzar su nueva web y su convergencia digital. Y ha batido marcas. 300.000 usuarios acuden cada día a rtve.es para disfrutar de Pekín 2008, el triple del tráfico que el sitio registraba anteriormente y una cifra que le permite ponerse a la cabeza de las televisiones españolas en la Red. Telecinco pierde su liderazgo en televisión y en Internet.
Rtve.es ha logrado, además, llevar los Juegos a los móviles: un cuarto de millón de españoles ha visto las competiciones en su teléfono. Y ha popularizado entre los aficionados las redes sociales como La Villa, donde más de 2.000 personas se han unido a nuestros olímpicos para comunicarse directamente con ellos. La gran pregunta es si RTVE será capaz de fidelizar al público y crear un nuevo teleimperio de la multimedia digital o lo perderá como les ha ocurrido a La Sexta y a Cuatro con otros deportes.

Artículo en los diarios de Vocento