Microsoft vuelve a la carga contra Google. Y de paso contra la Fundación Mozilla y Firefox, el navegador que amenaza su imperio en las herramientas de acceso a la web. La versión 8 de Internet Explorer quiere imponerse a Firefox 3 y mantener a sus usuarios alejados de Google.
Se acabó el intento de comprar Yahoo, Microsoft cambia de estrategia y ataca a Google donde más le duele, en el corazón de su negocio: la publicidad y su liderazgo en las búsquedas en la web. Y lo hace con una nueva versión de su navegador Internet Explorer que permite a los usuarios hacerse opacos para Google y los encamina a hacer sus búsquedas con Microsoft y no con el Gran Ciberleviatán.
Es la segunda guerra de los navegadores tras la primera que acabó con Netscape. Ahora se juega en las búsquedas y la publicidad cuando los navegadores ya no son sólo puertas de acceso a la web sino una plataforma para todo tipo de herramientas y aplicaciones tanto en internet como en las redes de telecomunicación y en los propios equipos.
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