Hunter se ha pegado un tiro a los 67 años. "Vive rápido, muere joven y deja un cadáver bonito", dijo Sid Vicious, que no hubiera existido sin el vómito gonzo.
La realidad acaba en un revólver cargado. "Hapiness is a warm gun..."
Un tiro y el puto dolor de espalda que no te deja escribir rápido, con furia, metiéndote a tope entre la gente para sodomizar cada párrafo y hacer sangrar las letras. Ahora se va, como tú.
Tom Wolfe fue el exquisito del yo en el periodismo. HST le puso LSD, brown sugar y una furia sin la que Michael Herr no hubiera alucinado bajo las sombras del Vietcong.
HST aceleró las frases a ritmo de metanfetamina y ya nunca pudimos volver a escribir igual. Con el yo estallando en un ciberespacio neuronal aplastado bajo la rueda de una Harley. Replicantes y ángeles del infierno llenos de mierda y asco hasta las orejas. Y aquella canción de Grateful Dead escandalizando a los WASP de las casitas con vallas blancas.
Hunter S. Thompson se ha pegado un tiro y Tom Wolfe escribe libros malos sin acordarse de que ya no es joven, de que no entiende nada, de que la izquierda exquisita cayó tirada con burro malo en un arcén de cualquier carretera.
Adiós, Hunter.
The Great Thompson Hunt - Hunter S. Thompson - King of Gonzo!
NY Times | Hunter S. Thompson
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