La edad no perdona. Ray Bradbury (83 años), el autor de Farenheit 451 y de varios títulos legendarios de la ciencia ficción, ha demandado al cineasta Michael Moore por inspirarse en su obra para titular su última película Farenheit 9/11.
El escritor afirma que pidió hace seis meses al cineasta más crítico con el presidente George W. Bush que cambiase el nombre de su documental.
No ha obtenido respuesta.
Farenheit 451 es la temperatura de combustión del papel. Moore ha dicho de Farenheit 9/11 que "es la temperatura a la que arde la libertad".
Bradbury ha perdido impulso libertario con la edad. Donde antes alertaba contra los intentos totalitarios de quemar libros para sojuzgar la cultura, ahora intenta acallar voces críticas por intereses quizá políticos y, seguro, comerciales.
Bradbury está acreditado en Estados Unidos como un notorio independiente, un ciudadano ajeno a los partidos tradicionales, pero alguna motivación política parece haber bajo su protesta.
En 1966 no protestó cuando François Truffaut hizo una libre versión cinematográfica de su libro. F451 es una cuadrilla de bomberos dedicada a quemar los libros prohibidos en un futuro totalitario.
Pero hay un motivo económico: una nueva versión fílmica de la novela se estaba preparando para coincidir con una reedición del libro.
El columnista Dan Gillmor recuerda al escritor que la expresión usada por Moore no está protegida por las leyes del copyright.
Acallar a los demás para no perder impacto comercial no es muy libertario.
'Fahrenheit 451' author Bradbury demands Moore change his film's title
Dan Gillmor | Ray Bradbury's Bizarre Complaint