Una nueva comunidad virtual ha nacido: los clubes de mentirosos o proveedores de coartadas. Los mentirosos siempre han tenido tendencia a reunirse porque sólo entre ellos pueden soportar la levedad de lo falso. En un mundo donde la tecnología permite hacer cosas sin dar la cara, los clubes de mentirosos son la perfección de la cobardía.
¿Quiere engañar a su mujer?
Envíe un mensaje SMS al club y un tercero llamará a su esposa diciéndole que es su jefe y que está usted en una reunión inaplazable.
¿Cómo impresionar a una chica?
Un mentiroso la llamará casualmente para explicarle que está usted acabando una investigación vital para la ciencia o jugando al fútbol con Beckham.
La suplantación es una de las mayores fascinaciones del ciberespacio: el lugar donde uno puede ser todo lo que no es. La trasposición de la conciencia sin necesidad de LSD.
¿Para qué conformarse con el travestismo de un chat si se puede colaborar en alterar la realidad de otro haciendo de hada madrina?
El sueño de la levedad del ser.
¿Seremos todos mentirosos digitales?
No se fíe.
The New York Times | For Liars and Loafers, Cellphones Offer an Alibi