Rupert Murdoch es para muchos es el mayor desastre que le ha ocurrido al periodismo de nuestra era. El culpable de la degradación de la información de calidad y la confusión entre sensacionalismo e información. Pero nadie niega que el magnate antes australiano, luego inglés (para ahorrar impuestos) y ahora norteamericano (para poder ser el dueño de una cadena de televisión), es un maestro del marketing, las finanzas y la manipulación (perdón, de la persuasión).
Murdoch ha encontrado un nuevo sistema de sinergia en las catástrofes, el cine y los medios.
Su productora, la Twentieth Century Fox, ha producido la última película del alarmista Roland Emmerich, El día de mañana, donde el hielo congela a la humanidad (que como todo el mundo sabe, acaba y empieza en los Estados Unidos).
Pero, ¿quién lucha denodadamente para proteger e informar a los ciudadanos?
Los reporteros de Fox News, la cadena de noticias de Murdoch, que han dejado empantanado el follón de Irak y se pasan al hielo, más fresquito.
Cuando el frío cruza el océano, ¿quiénes son de nuevo los héroes que mantienen la llama? Ahora les toca a los británicos periodistas de Sky News, la televisión que el magnate propietario de The Sun y The Times logró gracias a su intimidad con Lady Margaret Thatcher, luego consolidada con Tony Blair y el nuevo laborismo.
Murdoch traspasa de nuevo los límites conocidos de la sinergia en una glaciación imparable.
La amenaza planetaria avanza.
The New Yorker: The Critics: The Current Cinema