The Daily, el diario para iPad que Rupert Murdoch lanzó en febrero de 2011 cierra. Un nuevo fracaso digital del gran magnate de la prensa, como ya ocurrió con MySpace.
Los males se acumulan para el magnate australiano en el tramo final de su vida con el escándalo de las escuchas de News of the World y la división de News Corporation en dos divisiones: una de entretenimiento y otra de diarios.
El fracaso estaba anunciado porque en The Daily se han cometido algunos grandes errores.
Sin contenido de valor. The Daily nació de la fascinación con el iPad. Steve Jobs se entusiasmó con el empuje del mayor magnate de los medios convencionales a su tableta y aprovechó para oir parcialmente las quejas de los editores y lanzar las suscripciones en iPad.
El acento se puso en la tecnología, la multimedia y los formatos, pero The Daily nunca ofreció contenido de calidad para un supuesto mercado global.
Un producto para un mercado inexistente. No existe nada parecido a un mercado global para los medios. Los mercados de la información son geográficos (nacionales, regionales o locales) o temáticos (negocios, tecnología, etc.)
Ese concepto nebuloso llamado información general no existe. Y menos en un mercado globalizado de nichos y alta segmentación.
The Daily no pertenecía a un país, una ciudad ni un tema. Un medio sin raíces.
La ilusión de que el iPad crearía un territorio, un público, un espacio propio, es una ilusión. Sólo es un soporte (magnífico), pero la información necesita fundamentos y esencia: apelar a lo más íntimo del público, no deslizarse en sus dedos.
Imposible crear un negocio sin audiencia y mercado. Un medio necesita público identificado con sus valores y contenidos. Y un mercado donde su propuesta produzca relación y valor añadido con su audiencia.
Cerrar al pago una marca inexistente nada más nacer es el peor de los errores cuando no ofreces nada exclusivo, que nadie más tenga.
El contenido de The Daily está en muchos otros medios y una tienda de aplicaciones no es un canal exclusivo como los kioskos o los voceros. Por mucho que Apple promocionase The Daily en la primera pantalla de su app store, el público necesita una propuesta de más valor para gastar su dinero.
¿Se puede crear una marca en la era digital sin estar en varios canales y dispositivos? ¿Sin estar en los resultados de Google, donde incluso ha vuelto The Times pese a su paywall? ¿Sin dominar un área de contenido o de cobertura?
No.
El iPad es el nuevo kiosco de los medios, pero el canal no basta.
Un medio asocial y de otro tiempo. The Daily apostó por el soporte más innovador, pero se olvidó de la influencia del flujo social, el poder de las recomendaciones frente a los criterios periodísticos y los algoritmos. The Daily no estaba en las redes sociales con una estrategia adecuada para ayudar a implantar la marca y promocionar sus contenidos.
Desdeñó la era del tiempo real, cuando la información se vive, no sólo se cuenta. Su planificación de una edición diaria, al estilo de los periódicos, va contra la naturaleza del ecosistema digital.
Un modelo de negocio equivocado: nadie paga por lo que no aprecia. El esnobismo no es un modelo de negocio. Sólo una herramienta si se utiliza adecuadamente. The Daily se cerró al pago digital sin crear antes ni audiencia ni marca. Y es casi imposible conseguir esas dos condiciones básicas en el ecosistema digital si eres opaco para los buscadores, asocial y cobras antes de que la gente tenga tiempo a desearte.
El fiasco de The Daily es la mejor ilustración del repetido error de crear un medio digital desde los presupuestos del viejo negocio de la prensa. Cuando cambia el soporte y la distribución, cambia el negocio y el periodismo.