La Comisión Nacional de la Competencia investiga el pacto entre Mediapro y Prisa para repartirse los derechos del fútbol televisado. La nueva situación, con Prisa, Mediapro y Telefónica controlando el fútbol de pago e imponiendo condiciones innegociables al resto del mercado provoca la apertura de un expediente sancionador por "abuso de su posición de dominio en el mercado de reventa de derechos audiovisuales de Liga y Copa de S.M. de fútbol, en particular, a través del establecimiento de condiciones inequitativas y discriminatorias a la hora de comercializar a nivel mayorista el canal Canal+ Liga".
Competencia investiga además los acuerdos entre Prisa (DTS Distribuidora de Televisión Digital, S.A.) y Telefónica en la explotación de los canales Canal+ Liga y Canal+ Liga de Campeones.
Las televisiones de pago (cable, IPTV e internet) denuncian la imposición de condiciones y precios abusivas, además de la restricción del mercado a ciertos operadores y alternativas de emisión de los partidos a través de nuevas plataformas.
El nuevo expediente de Competencia se suma a la resolución de este año contra la extensión de los contratos de derechos con los clubes pactada por las televisiones para evitar la competencia y la creación de un nuevo mercado del fútbol televisado.
La autoridad de competencia cree que existen indicios de "un pacto de no competencia de cara a la comercialización mayorista de canales de televisión de pago con contenidos de Liga y Copa de S.M. el Rey de fútbol, que restringe la competencia y podría no estar justificado objetivamente".
El expediente abre un período de investigación de 18 meses.
Prisa y Telefónica son el nuevo duopolio de la televisión de pago a través de sus acuerdos sobre derechos y la participación accionarial de la operadora de telecomunicaciones (22%, junto a otro tanto de Mediaset) en Digital+.
La falta de comercialización más abierta de los derechos del fútbol o en paquetes como propone la Comisión Europea (y se hace en otros países), unida a la concentración del mercado de televisión, provoca un mercado con prácticas monopólicas que perjudica a las televisiones, a los nuevos canales audiovisuales como internet y a los clubes medianos y pequeños.