Facebook sale a bolsa.Y lo hace con una declaración mesiánica sobre la identidad de sus usuarios, las relaciones sociales, la información, la economía o la política. Un estilo hacker reivindicado por su fundador Mark Zuckerberg que recuerda la ensoñación de tantos líderes y personajes de lo mejor y lo peor de la historia. Una democratización radical de la sociedad y la tecnología bajo el control 2.0 de la plataforma de Facebook.
Para unos, una liberación; para otros, una distopía donde identidad y espacio público acaban privatizados, sometidos a las reglas del negocio y el mercado en un neofeudalismo digital.
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