La pérdida de ejemplares se suma a los 400.000 perdidos desde el comienzo de la crisis y confirma la migración de los lectores y la publicidad a los medios digitales.
El Mundo registra el efecto contrario. Sube en quiosco un 7,3% hasta 194.210 ejemplares, a los que suma 10.861 en Orbyt, su edición digital. En difusión pierde un 4% para cerrar el mes con 261.762 ejemplares.
La Razón, La Gaceta y ABC se desploman. El diario de Vocento no parece rentabilizar su nueva estrategia editorial y pierde un 14,2% de difusión (216.669 ej.), aunque en quiosco sufre menos: 138.796 ejemplares con una caída del 1,2%. La Razón, con un descenso del 33% en la venta al número (66.020 ej.) y La Gaceta con un 15,9% (29.565 ej.) son los peor colocados para la nueva etapa política. Sus resultados indican que no todo vale y que la ideología no basta para sostener un diario. En difusión caen un 24,8% hasta los 106.815 ejemplares del diario de Planeta y un 13,1% (37.252) de La Gaceta.
Público pierde un 12,9% en quiosco (37.468 ej.) que reduce hasta el 4,3% en difusión, con 78.795 ejemplares.
En la prensa local los datos son nefastos. El curso arranca con un descenso medio del 7% que alcanza cotas del 13% en los grandes diarios de Barcelona (La Vanguardia y El Periódico) y de entre el 4 y el 6% en grandes regionales como La Voz de Galicia o El Correo. En venta al número es peor: sólo 66.003 ejemplares para La Vanguardia, por debajo de los 79.197 de El Periódico; El Correo alcanza 74.419, seguido por Diario Vasco con 61.752 y La Nueva España, con 50.225. Los diarios gallegos se hunden: La Voz de Galicia hasta 46.104 y Faro de Vigo a 27.497 ejemplares.
Como en 2010, el descenso es mayor en la prensa local, menos beneficiada que la nacional por la migración al negocio digital. Tras las elecciones del 20-N, su crisis se acentuará con la reducción de los presupuestos en publicidad y ayudas de los poderes públicos. Muchos diarios corren serio riesgo de desaparecer y el resto necesitan imperiosamente encontrar nuevas fórmulas comerciales para sostener su negocio en papel y aumentar el digital.
Cuando se augura el cambio político en las próximas elecciones, como ya ocurrió en las municipales de mayo, se observa una mayor pérdida de difusión en los diarios más cercanos a las tesis del Partido Popular y a los gobiernos autonómicos conservadores. Los ciudadanos no parecen satisfechos con una información que a menudo contrasta con su vida cotidiana. Política aparte, la prensa sufre la mayor crisis de su historia y está obligada a reinventar su negocio cuando las predicciones para los próximos años son que seguirá perdiendo lectores y publicidad.
Análisis en Estrella Digital