La nueva RTVE.es se anuncia en Google. Tanto en la web como en aplicaciones como el correo Gmail. ¿Es necesario? En la historia de RTVE ha habido varias discusiones en sus consejos y en el Congreso sobre la oportunidad de la promoción de sus contenidos y programas en medios externos.
Los críticos de la radiotelevisión pública siempre han denunciado una excesiva lucha por la audiencia más parecida al comportamiento de los medios comerciales que al de una radiotelevisión de servicio público.
Con su nueva apuesta en internet la cuestión vuelve a plantearse. En tiempos en el que el boca a boca digital y la difusión viral son más efectivos que nunca vale la pena preguntarse si gastar fondos públicos en promoción externa es lo más adecuado en una empresa pública que está intentando recuperarse de la ruina.
Pero también cabe preguntarse para qué se hace esa promoción: ¿para extender el servicio público o para aumentar el atractivo comercial de la nueva plataforma?
El esfuerzo promocional impulsado por el equipo de Luis Fernández es invasivo. Está pendiente en esta nueva etapa una reflexión seria sobre la definición, alcance y financiación del servicio público de radiotelevisión. Pero los políticos están muy cómodos con la miríada de radios y televisiones públicas sufragadas por los ciudadanos por doble vía: impuestos y publicidad.
La marcha de los canales nacionales en internet (Alexa)