Propaganda, sí. Participación real en el partido, menos. El nuevo PSOE surgido del 37 Congreso se declara "partido en red" y crea la figura del cibermilitante para extender su voz en internet y en las redes sociales. Pero algunos de los impulsores de la nueva militancia 2.0 estarán frustrados: el PSOE quiere más control de las redes sin otorgar el derecho de voto a sus seguidores virtuales.
La Enmienda Facebook no ha prosperado. El partido no ha admitido la sugerencia creada en esa red social por varios blogueros socialistas para conseguir la equiparación de los derechos de los cibermilitantes y los militantes tradicionales.
Los militantes pagan cuota y obedecen al partido. Los cibermilitantes se identifican, agregan su blog a las redes del partido y deben difundir sus ideas y propaganda.
El aparato tradicional todavía piensa en la Red más como una herramienta de propaganda que como un nuevo ámbito sociopolítico, por mucho que las resoluciones del congreso hablen de "nuevos espacios y herramientas para la participación política".
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