ERC le gana la partida en los tribunales a Federico Jiménez Losantos. La Audiencia de Barcelona condena al locutor a pagar 60.000 euros a Esquerra por equiparar a los dirigentes del partido catalán con terroristas y vulnerar su derecho al honor.
Los peores enemigos del azote de la Cope consiguen ganarle batallas en los juzgados. Ahora Esquerra, aunque a FJL todavía le queda el recurso al Supremo; hace unos meses ABC, por competencia desleal por la campaña de descrédito contra el periódico lanzada por el locutor.
Son malas noticias para todos. Los periodistas debemos ser más responsables y la crítica no debería llegar nunca a la exageración, el insulto o las amenazas, como ha pasado otras veces.
La crispación exaspera a todos, deteriora el periodismo y la democracia. Cuando todo acaba en los tribunales el ámbito de libertad se estrecha. Las condenas contra el honor o por competencia desleal no son las mejores para fortalecer la responsabilidad de los informadores.
En el caso de los políticos, el delito contra el honor siempre está en el filo de la libertad de expresión y crítica contra personajes públicos.
Mejor la calumnia o la injuria, delitos bien tipificados menos sometidos a diferentes interpretaciones.
Mal asunto. Los excesos de unos y la reacción contra ellos los pagamos todos.