La Federación de Asociaciones de la Prensa de España (FAPE) ha creado un Consejo Déontológico para ayudar a dirimir cuestiones éticas y velar por su cumplimiento en los medios.
El nuevo Consejo, primero de ámbito nacional que se constituye en España, aplicará el Código Deontológico aprobado por la FAPE en su reunión de Sevilla de noviembre de 1993.
Una iniciativa de enorme importancia en un mercado con pocos antecedentes y donde la autorregulación ha sido mínima.
El nuevo Consejo está formado por nueve miembros teóricamente independientes de la industria. Son dos periodistas, tres catedráticos de universidad, dos magistrados y dos representantes de ONG´s. Una composición que pretende dar autoridad e independencia al nuevo Consejo.
El modelo está en la Press Complaints Comission británica y en el más cercano Consell de la Informació de Catalunya, que funciona desde 1996 en el ámbito catalán.
En ambos casos la participación de periodistas en activo o de reconocido prestigio es más relevante que la del nuevo Consejo. Otra vez el partidismo de la mayor parte de los medios españoles y los recelos de los propios periodistas castigan a la profesión. Catedráticos, juristas, sociólogos y otros colectivos están representados, pero las voces y el compromiso de los periodistas se oye poco y es poco atendido. Este déficit de autoconfianza e independencia debe animar a todos a la reflexión.
¿Son los periodistas españoles tan poco independientes?
¿Puede más la imagen que la realidad?
¿Será que quienes eligen consejos y sabios siempre piensan en los mismos?
Un Consejo Deontológico debe ser independiente y no estar sojuzgado por la industria. No significa que haya que desterrar a los periodistas de su composición. Incluir personas de otros ámbitos que aporten conocimientos y sensibilidad es imprescindible, pero también lo es que los periodistas se sientan representados e identificados con el órgano.
Si no es así, su labor quedará en nada.
Una de las primeras decisiones de este Consejo o de sus promotores debería ser el establecimiento de un proceso electivo para nombrar a sus integrantes. La composición podría mantener la representación académica, social y profesional, pero la elección debe ser realizada por los integrantes de la FAPE o por un consejo de nombramientos plural, al estilo del modelo británico.
Queda mucho por hacer, pero bienvenida sea la autorregulación cuando la prensa y los medios necesitan más que nunca recuperar la credibilidad y los criterios.
APM | La FAPE crea un Consejo Deontológico
El Mundo | Las asociaciones de la prensa constituyen un Consejo Deontológico
FAPE | Código Deontológico
Press Complaints Comission
Consell de la Informació de Catalunya
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