Thursday, October 10, 2002

Necrológicas con historia y sorpresas


The Boston Globe ha decidido acabar con el viejo estilo frío y acartonado de las notas necrológicas y convertirlas en auténticos perfiles que muestren la dimensión humana y social de los finados. Algunos parroquianos del Perk's Coffee House quedaron boquiabiertos cuando leyeron en la necrológica de Helen Corrigan, de 91 años: “Era una insensible mujer que sabía cómo controlar una situación pero tenía dificultades para sonreir. Su falta de humor era, con seguridad, consecuencia de los golpes de la vida, que la habían endurecido”. O, más adelante: “Su padre huyó con su secretaria y se casó con ella sin importarle el pequeño detalle técnico de que ya estaba casado”.
Se pregunta el ombudsman del Globe, ¿puede esto ser una necrológica? Responde que sí, y que los lectores que hayan seguido la evolución de estas informaciones en el diario no se habrán sorprendido.
Martin Baron, director del diario de Boston propiedad de The New York Times, ha dirigido el cambio y explica: “Tenemos una maravillosa oportunidad de retratar a los interesantes personajes que han marcado la historia de Nueva Inglaterra”. El director está convencido de la respuesta positiva de los lectores.
Los responsables de obituarios defienden que intentarán pintar adecuadamente a la sociedad a través de aquellas personas que representen modos de vida. En definitiva, aprovechar la muerte para escribir reportajes de interés humano. Esta opción, ¿limita o enriquece los estilos y registros del diario? Como siempre, el lector dará la respuesta.