Lectores en el medianil
Metro presenta a sus lectores británicos, a los que llega en ocho grandes ciudades: son jóvenes, leen diarios de pago los fines de semana (incluso más de uno) y quieren progresar en su carrera profesional. Casi una cuarta parte (23%) deja el diario en el metro para que alguien más lo lea; una tercera parte (el 32%) se lo lleva al trabajo y un 25% incluso se lo lleva a casa.
Los lectores de Metro confían en el futuro (más del 75% creen que progresarán en su profesión) y trabajan duro, más de las 40 horas de jornada legal, incluso un tercio supera las 45 horas semanales y hasta uno de cada diez se entrega al trabajo más de doce horas diarias.
Consumen casi de todo y les gusta hacerlo, la mayoría van a bares y pubs, y bastantes de ellos se machacan en el gimnasio. Y todo ello no les hace perder la conciencia social: la mayoría donan dinero para causas solidarias, están preocupados por el medio ambiente y no son indiferentes a lo políticos, pero necesitan motivación para participar en los asuntos públicos.
Sus gustos son terribles. Adoran Gran Hermano, a Kylie Minogue y a Robbie Williams. Les gustan Brad Pitt y Cameron Diaz y leen libros que aparecen en las listas de ventas.
Son los lectores de hoy. Esos jóvenes –y ya más talluditos– que viven el día a día y están en el filo de la lectura, en el margen entre la lectura de diarios de fin de semana, adictos a las revistas para chicos sobre chicas (lad magazines) y navegan por Internet.
Son los lectores que la prensa de pago no ha conseguido atrapar y que pueden llegar al diario a través de los gratuitos, que al menos son material impreso de lectura, aunque la dieta informativa que ofrecen sea mínima.
El diario ha comenzado el análisis de su mercado con un panel constante de 3.000 lectores realizado a través de la web para demostrar su penetración y orientar sus contenidos. Será interesante seguir los resultados, que no son muy distintos de los que manejan los editores españoles de gratuitos, recientemente expulsados de OJD (ver OJD expulsa a los diarios gratuitos). Como muestra véase el retrato que 20 Minutos ofrece de sus lectores españoles.