Wednesday, September 15, 2010

Twitter quiere ser el gran medio del flujo social

Los contenidos y la información son digitales. Son multimedia. Se viven y consumen en tiempo real. En cualquier dispositivo y pantalla. En cualquier momento, con total ubicuidad. La prescripción y la autoridad la otorgan quienes más saben o se interesan por los temas y siguen con atención su evolución. Y sus mejores promotores y distribuidores son los usuarios.
Twitter quiere ser la plataforma para resolver la gestión de los contenidos en la era de la abundancia a través del flujo social: la corriente continua de información compartida por los usuarios en tiempo real.
Un lugar donde el nuevo algoritmo de la información es social, no tecnológico. Los contenidos como experiencia social.
Y para ello presenta su nuevo diseño e interfaz con algunos cambios importantes en su estrategia.


Twitter no es una red social, repiten sus creadores: "Twitter es para noticias. Twitter es para contenido. Twitter es para información", ha dicho su responsable de desarrollo corporativo, Kevin Thau, al explicar los cambios.

Twitter quiere ser un medio donde la gente pueda consumir contenidos además de producirlos y redistribuirlos. Un gran agregador basado en el flujo social, no en las preferencias de los usuarios.
Un "entorno de consumo", como han explicado su CEO, Ev Williams, y Dick Costolo, COO. Un lugar donde leer, ver vídeos o fotos además de poder enviarlos y compartir.
Consumo, consumo. Es el mantra de la nueva internet impulsada por el uso de dispositivos móviles, las aplicaciones y las nuevas plataformas digitales.
Por eso los enlaces a fuentes externas seguirán viéndose fuera de Twitter. Pero ha firmado acuerdos con servicios multimedia como YouTube (Google), Vimeo (IAC), Flickr (Yahoo), Brightcove o Ustream, además de con desarrolladores que utilizan su código como Twitpic y otros para acceder a los contenidos multimedia en el nuevo diseño de dos paneles: uno con la corriente de contenidos de los usuarios y otro para desplegar los contenidos.


La apuesta no extraña cuando un 25% de los 90 millones de los tuiteos diarios contienen enlaces. Pero Twitter necesita un interfaz donde desplegar mejor sus posibilidades de publicidad y marketing social, uno de los objetivos prioritarios del rediseño.
Gracias a los cambios, Twitter espera atraer y rentabilizar mejor a los usuarios pasivos, los que ya emplean Twitter como un RSS social y gustan más de enterarse, ver y leer lo que otros recomiendan que convertirse ellos mismos en productores o distribuidores.
Para poder evaluar mejor a quién se sigue, su reputación digital y experiencia, el nuevo Twitter incorpora también miniperfiles para enterarse de quién es quién sin tener que abandonar tu flujo para ir a su perfil.
Pero en la plataforma de microblogging saben que el flujo social necesita dinamismo y tiempo real.
Josh Elman, su product manager, insiste en ser más como Google que como Facebook: conseguir más visitas rápidas varias veces al día que sesiones largas. Es una estrategia para renovar el descubrimiento de contenidos, pero también de tuiteos y tendencias publicitarias, sus promoted twitts y promoted trends, las dos soluciones comerciales de Twitter.
El nuevo Twitter está construido usando su API y el cambio de interfaz afectará claramente a las aplicaciones clientes que usan su código y que se han convertido en uno de los principales modos de acceso y de mejora de uso de la plataforma.


Por ahora el nuevo Twitter es una aplicación web, de acceso en el navegador, pero algunas fuentes no descartan que sea el embrión de aplicaciones móviles y de escritorio que limiten claramente el mercado de los clientes de servicios y empresas externas.
Los directivos de la compañía ya han explicado su preferencia por las aplicaciones de terceros que añaden contenido y funcionalidades, como Zynga (juegos) en Facebook, frente a las de acceso a los contenidos de la plataforma.


Porque sin contenidos, visita y tiempo de usuarios no hay negocio. Las impresiones recogidas entre bastantes anunciantes y publicitarios son que los anuncios son por ahora más rentables en Facebook que en Twitter. Nadie duda de la eficacia del contexto social para la publicidad, pero Twitter todavía no ha dado con el formato y la forma de consumo adecuada.

Twitter avanza en la estrategia ya desplegada en su anterior rediseño. "Una red donde la información se intercambia y se consume con la velocidad de un clip cada segundo del día", explicaba entonces la compañía. Y siguen empeñados en convertirse en la mejor plataforma de gestión de la avalancha digital gracias al criterio social y la fascinación del tiempo real.
Twitter ya sabe que el entretenimiento y las noticias, además de las propias redes sociales y los buscadores, son los contenidos y servicios más enlazados y compartidos.
El pacto con algunos de los mayores grupos de contendios digitales (Google, Yahoo, IAC, Brightcove) anuncia un nuevo camino para Twitter e imprescindible para un nuevo mercado basado en plataformas: sistemas tecnológicos inteligentes para gestionar activamente la transmisión de datos; modulares, donde el dueño de la plataforma y terceros pueden ofrecer sus contenidos y servicios de forma complementaria para aumentar el valor de la plataforma con el encuentro de clientes y proveedores en un entorno de servicio garantizado.
Los dos nuevos modelos de acceso digital: plataformas basadas en el dispositivo (iPad) o el acceso (aplicaciones, acceso premium de operadoras de telecomunicaciones) y el flujo social (Facebook, Twitter) se consolidan. Y en esa batalla Twitter todavía tiene mucho que avanzar. Facebook lleva ventaja por mayor volumen de público, tiempo de consumo y publicidad.
Pero los últimos datos de un estudio de Pew Research sobre consumo de información muestran que los usuarios de Twitter están ligeramente más volcados a la información y siguen más a medios y periodistas que los de otras redes sociales.


En España, Twitter reúne a uno de cada diez usuarios de redes sociales, según datos recientes. Su uso crece en el móvil y cada vez es más empleado por medios, periodistas y políticos para la información.
A por ese mercado se dirigen los cambios: de la égida de los buscadores, donde se busca lo que se quiere encontrar, a la del flujo social, donde los usuarios prescriptores ayudan a descubrir.