"If you want your secrets to remain secret past the end of your life expectancy, then, in order to choose a key lenght, you have to be a futurist".
Neal Stephenson. Cryptonomicon
Sealand, el micropaís creado en 1967 por el pirata radiofónico Paddy Roy Bates sobre una fortaleza británica antiaérea del Mar del Norte, está en venta en una inmobiliaria granadina especializada en islas.
Otra vez la conexión española para traficar con las ventajas del microrreino, dedicado a todo tipo de refugios fiscales, de propiedad, legales, títulos nobiliarios, etc.
No en vano los príncipes de Sealand, Roy Bates y su mujer Joan, viven en la costa del sur de España, más agradable que el frío Mar del Norte. Los fundadores siguen así los pasos de tantos viejos ex compatriotas británicos que a cierta edad cambian sus incómodos aires por el sol español.
En Sealand sigue operando su hijo, el príncipe regente Michael Bates, impulsor con Ryan Donald Lackey de HavenCo, dedicada al alojamiento de datos, páginas y servidores de internet sin barreras de derechos de propiedad intelectual y otras limitaciones legales.
Contenidos y datos siempre bien protegidos por sistemas criptográficos y el mar abierto, lejos de fronteras y aguas territoriales a donde lleguen las jurisdicciones de otros países e instituciones internacionales.
HavenCo es uno de los mayores refugios digitales (data haven) creados para evitar el control de contenidos en internet. Una idea promovida por Neal Stephenson en su novela Cryptonomicon.
En la obra un grupo de geeks y criptógrafos creaban un refugio digital en Asia amparados por el monarca de una isla para proteger transacciones económicas y datos de alto valor.
Pero cuidado, posibles compradores: Sealand está en venta por los daños provocados por un incendio sufrido en junio de 2006 que acabaron con su más preciado activo.
HavenCo ha tenido que trasladar sus instalaciones a otro lugar seguro como una gigantesca plataforma flotante de radar norteamericana ideada como gran sistema antimisiles pero con dificultades de navegabilidad y resistencia a las tormentas.
Sealand y su dinastía no resisten a pesar de los esfuerzos.
Agotado en la reconstrucción, Bates ha puesto la isla en venta después de fracasar en su petición de fondos solidarios con el micropaís.
Compradores de refugios offshore y paraísos legales, atentos. Se vende paraíso quemado pero ajeno a leyes incómodas.
[En España tenemos a Javier Marías, rey de Redonda, una isla antillana disputada pero reinventada para la literatura]
Actualización: la venta de Sealand aparece el 8 de enero en los diarios retomada por Efe de The Times. Cuando salió en la competencia nacional no les interesó. Eso sí, nadie (El País, El Mundo) se ha puesto en contacto con los responsables de Inmonaranja en Granada o con los príncipes de Sealand en su refugio español. Periodismo de agencias sin mayores ambiciones.