Friday, January 12, 2007

Escándalo, mejor por la piel


Timoratos y sensacionalistas. Así son los medios. Así es esta sociedad. La liberación del cuerpo es una excusa en labios del mirón pecador. Se desliza una teta, un pezón. Menos, unos poros de piel al aire, y el triturador de neuronas vibra con hipocresía de reclinatorio y padrenuestros murmurados con letra olvidada.
Hace unos días fue la pose de Ana María Ríos, la detenida de Cancún, en Interviú, revista especializada en beneficiarse de mojigatos (sexuales, políticos y etcéteras).
Ahora es la pose verde y libresca de María Dolores Jiménez, concejal de Lepe, teniente de alcalde de Economía, en la revista local.
Pasión de peluquerías. Chascarrillo de vergonzosos y mojigatos.
De todas las Miss y Míster Lu anteriores de la revista nadie dijo nada.
Y llega una concejal y se arma el revuelo. ¿Erótica del poder? No. Cháchara de moralina pública, de la que encubre los verdaderos pecados.
A menudo es más escandalosa la conducta y las palabras de los políticos que su piel. Pero mejor escandalizarse con hipocresía de cuché que cumplir con la ética cotidiana.