El vídeo manda en la publicidad en internet. Incluso por encima del rich media y otros formatos interactivos. La banda ancha y la tecnología difunden la dictadura audiovisual. Y al público le fascina. Un estudio de Tubemogul vuelve repetir el triunfo del vídeo como formato publicitario, igual que hace unos meses lo hacía el estudio de eficacia de formatos publicitarios del IAB en España.
El nuevo estudio insiste además en la convergencia de la publicidad de televisión e internet. Una estrategia explotada por anunciantes y publicitarios para aumentar los GPRs sin disparar el coste de la publicidad.
No se corten, reutilicen los mismos spots o con una pequeña edición.
El mismo impacto en la atención en cualquier soporte. Repetición, repetición en el mercado de la redundancia, el viejo mantra se impone cuando una gran parte de la publicidad olvida las propuestas interactivas, aparta la publicidad viva y las promesas de conversación con el cliente para preferir el impacto del mensaje único.
La postpublicidad defendida por Daniel Solana y tantos otros tendrá que esperar, aunque su demanda crece, especialmente entre los nativos digitales.
El estudio de Tubemogul muestra que la intención de compra y la eficacia en reconocimiento de marca y efectividad del mensaje provocada por el vídeo online supera a los otros formatos, aunque el banner sigue siendo el más contratado en las campañas.
Vídeo llama a vídeo. Una tendencia repetida también en los contenidos: se ve más vídeo en las webs donde este formato gana terreno al texto. Por ejemplo en las webs de las televisiones frente a las de los diarios. La efectividad del vídeo publicitario revela esa misma tendencia.
El uso de los spots televisivos gana a los vídeos pensados para la web en el recuerdo y conciencia general del consumidor, pero los formatos web consiguen mayor eficacia de persuasión para la compra o la identificación con las marcas.
El estudio recoge la idea de que los anuncios en internet pueden ser más largos que el spot tipo de televisión (30s). Los formatos largos, de 60 segundos a minuto y medio consiguen más atención que los más breves.
Eso sí, deje que el usuario los active, la autoreproducción continúa siendo una terrible molestia, sobre todo cuando se abren varias pestañas, un hábito ya común entre la mayoría de usuarios.